Autodefinido políticamente como libertario, progresista y como persona emocionalmente fuerte, Ignacio Aguado Hernández quiere ser candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Durango.
Y se proyecta como un militante desde junio del 2017, de tal forma que no es un arribista de partido cuando éste arrasó en las elecciones del pasado junio.
Aspira a ser presidente municipal porque tiene conceptos, tienen ideas, tiene planes, sabe de programas y porque cree tener presencia no sólo en su partido, sino en los otros partidos y en la sociedad apartidista.
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Tiene alguna experiencia en política: fue candidato local independiente, coordinador municipal de José Rosas Aispuro Torres, en el 2016.
Acepta que la campaña pasada la ganó Andrés Manuel López Obrador, y aunque él ahora no estará en las boletas, Aguado Hernández, el candidato se siente capaz de proyectar con su limpia imagen a la sociedad como para alzarse con el triunfo.
Se siente capaz de enfrentarse a cualquier panista (al PRI no le concede ni una posibilidad) y cuando se le cuestiona:
¿También a Enríquez?
También a Enríquez. A él con más razón. Es el más fácil de los que se mencionan.
Aguado Hernández es originario de esta ciudad, licenciado en Derecho, abogado por el Promedac, que ya desapareció esa carrera.
Ha ejercido pero no como litigante, sino como apoderado de bancos y en este renglón se considera un triunfador profesional y económicamente solvente.
Vive en Garabitos Nuevo, un núcleo situado al final del bulevar Lasalle, después de Colinas del Saltito.
Es casado, con dos hijas y su esposa es comerciante.
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Es de gran fluidez, de juicios centrados que expresa con facilidad, decidido a triunfar y sin tapujos, que tiene amigos en todos los partidos, que está relacionado con la sociedad civil, que puede obtener los votos suficientes para alzarse con el triunfo,
De obtener la candidatura -y se siente capaz de obtenerla- se siente seguro de ser el próximo alcalde y también se siente con la certeza de situarse entre los mejores gobernantes que haya dado el municipio.
Es honesto “que nadie me puede pisar una cola que no tengo”, nadie puede acusarlo de haberse corrompido, capaz de tener tales condiciones es ser un buen presidente municipal.
Advierte que no es palero, no va declinar en favor de nadie, así va a ser porque cree que puede ser.
Si alguna circunstancia lo amerita, si no fuera candidato en tal caso trabajaría a favor del candidato que escoja su partido.
Hijo de un conocido político, Aguado Hernández se inició en la política desde joven y se dio a conocer cuando abanderó la postura que es más importante el candidato que el partido.
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Fue candidato a diputado local y se apuntaba para candidato a diputado federal por Morena, pero la alianza con el PT, originó cambios en las candidaturas y el partido aurigrana buscó la candidatura a uno de sus militantes.
Pero sabe que tiene con qué dar la pelea, que tiene presencia entre Morena y entre la sociedad de Durango, que tiene legítimo derecho a aspirar, pero también que sus aspiraciones son realistas, que no está parado en un ladrillo o construyendo castillos en el aire, que puede ser el abanderado y de serlo, puede ser el presidente de Durango.