“Hace cinco o siete años todo eran las redes sociales, ahora para saber si las redes tienen razón te vas al periodismo institucionalizado”, comentó el periodista Javier Solórzano, en su visita a Durango para hablar sobre los desafíos que tiene el periodismo en la coyuntura política actual, y donde enfatizó que diariamente se debe estar en la competencia para ganar espacios, a través de la credibilidad principalmente.
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La forma en la que se concibe hoy en día a los medios de comunicación ha cambiado, primero porque ya existe una cantidad mucho mayor de medios de comunicación, en comparación con los años 80’s o 90’s, “todo entró en una etapa de proliferación en donde se nos fue perdiendo las audiencias”, dijo.
Ahora existen muchos más elementos que llaman la atención de la ciudadanía, de ahí que cualquier persona con un celular en la mano, asume que tiene la posibilidad de poder difundir todo, mientras que “el oficio periodístico empieza a entrar a terrenos muy confusos. Yo soy de la idea de que para ser periodista hay que estudiar, pero esto no significa que tengan toda la razón”, comentó.
Se trata de un trabaja en el que la credibilidad se va ganando a lo largo de la vida, pero puede perderse con mucha rapidez, advierte Javier Solórzano, quien ante un grupo reporteros, comunicadores, académicos y personajes de la política duranguense, aseveró que sin duda el periodista de hoy en día vive bajo el asecho de la violencia nunca antes visto.
En su relación con el Estado, aseguró que el periodismo es la defensa fundamental de la información, pero para lograrlo se debe trabajar mucho, y esto es algo que los reporteros han aprendido en estos últimos seis años.
Explicó que el actual gobierno estableció una relación diferente con la prensa y con ello trató de crear una nueva instancia periodística con nuevos comunicadores que se incluyeron en la mañanera, y aunque están en su derecho “se convirtieron en lo que mucho criticaron servidores del poder”.
Otra variable que incluye el periodista mexicano, es la relación de los recursos económicos que el Gobierno le otorga a ciertos medios de comunicación, una acción que aseguró “sigue sin ser el camino”, pues incluso cerraron el camino del recurso que se entrega a medios de comunicación para invertirlo en otros sin relevancia y donde no se ve qué trascendencia tiene.
Esto puede tomarse como una mala estrategia de la que el gobierno tal vez no se ha dado cuenta, o simplemente es parte de lo que se ha visto en toda la historia en la relación Prensa – Estado.
Previo a la conferencia, Javier Solórzano, aseguró que ninguno de los grandes medios de comunicación han perdido poder, “les siguen dando casi lo mismo, incluso en algunos más”, sin embargo argumentó que esto no es malo, finalmente son empresas que requieren ser rentables, “a mí lo que sí me inquieta mucho es el tema de la transparencia y de la rendición de cuentas”.