Uno de los problemas que se presentan con mayor frecuencia entre los comerciantes es la alta rotación de personal, misma que se deriva de la escasa productividad que existe hoy en día en las nuevas generaciones, y es que de acuerdo con el presidente de la Cámara de Comercio del Sector Social, Teófilo Cháirez Ramírez, entre un 60 y 70 por ciento de los jóvenes que son contratados llegan con problemas de adicciones.
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Explicó que de los 20 empleados que llega a tener, se ve obligado a renovar su plantilla laboral cada mes, pues el 50 por ciento de los contratados no permanece, y esta situación la viven muchos de los agremiados a la asociación, quienes refieren esta falta de interés que tienen los jóvenes por permanecer en un empleo.
“No nos duran más de 30 días, y desafortunadamente eso nos causa problemas porque ya le invertimos mucho a una capacitación para que ellos aprendan a conocer un oficio o a manejar la maquinaria que se tiene, pero en unos cuantos días se van y tenemos que volver a empezar”, comentó en comerciante.
Asoció está deserción también al tema de las adicciones, quienes son encontrados en los baños o rincones de los establecimientos para drogarse o incluso suelen llegar alcoholizados, esto implica que puedan llegar a tener un accidente al manejar maquinarias que son alto riesgo, como en el caso de una cortadora de carnes por ejemplo.
“Es difícil detectarlos antes de ser contratados, porque cuando llegan a solicitar el trabajo lo hacen en su juicio, uno se da cuenta cuando ya tienen varios días y empiezan a desenvolverse o los mismos compañeros nos alertan que está drogado o ebrio”, comentó Cháirez Ramírez, quien dijo que en este caso se les rescinde el contrato de manera inmediata.
Informó que entre el consumo de drogas y alcohol, los comerciantes pueden perder dinero y tiempo al tener que contratar constantemente nuevo personal por la falta de empleados comprometidos.
De ahí que actualmente han comenzado a solicitar personas de 40 años en adelante, principalmente mujeres, pues está comprobado que son más responsables que los hombres.
Y es que aunque al momento de publicar la bacante, son varias las solicitudes de empleo que se reciben, en su mayoría suelen desertar a los pocos días o semanas, “para ellos es más fácil llegar a cobrar un cheque que les da el Gobierno federal, que ir a laborar como debe ser”, comentó al hacer referencia también a las becas entregadas por la Secretaría del Bienestar.