Alejandra Roldán, originaria de Durango, México, es una mujer que ha enfocado su vida en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTTT en la entidad, así como en los derechos humanos de las mujeres.
Desde pequeña Alejandra supo quién era, y con el paso del tiempo comenzó a enfocar su vida por transmitir un mensaje de amor, respeto e igualdad a la sociedad para la sociedad duranguense.
La duranguense reconoce que tuvo una infancia muy bonita, “mi infancia más allá de los prejuicios y de venir de una familia muy conservadora, fue una infancia muy bonita porque siempre he dicho que disfruté mi niñez como cualquier otra mujer, como cualquier otra niña”, destaca.
Destaca que a pesar de que durante su infancia convivió rodeada de muchas niñas y niños y fue muy feliz, durante su etapa de adolescencia debido a su autodescubrimiento que enfrentaba en ese momento.
Incluso puntualiza que hasta la fecha el proceso de transición es un tema difícil, “porque no es solamente un proceso que se tiene de unos años atrás, es todavía un proceso que perdura hasta la fecha y que va a seguir caminando.. yo lo he dicho no sé hasta que en unos cien años la igualdad y la inclusión entre las personas y más allá de preferencias y orientaciones sexuales llegue a su punto”, destaca.
La joven señala que el proceso de transición que vivió fue un proceso difícil y doble, “el auto superarme y descubrir que más allá del entorno, que muchas veces conocemos como solamente LGB hay otras siglas más, el que es una persona transexual, una persona travesti o una persona transgénero”.
Su proceso de transición a nivel personal y profesional
Alejandra destaca que al hablar de un proceso de transición en personas trans es hablar de un proceso difícil, es hablar de un proceso doble que tienes que llevar como persona, “en tu vida laboral, social familiar, escolar y profesional.
“El cómo auto aceptarse, auto descubrirte a ti como una mujer trans y después luchar por lo que tú quieres ser, por el cómo yo me siento y me percibo, y por cómo quiero que la sociedad me trate y me reconozca.
“Ha sido difícil en mi vida personal, porque primero te descubres como un hombre gay, en mi caso. Además no sabía que existía esto de ser una persona trans. Me gustaba mucho la feminidad de la mujer, pero al involucrarme más en la lucha y conocer más de la comunidad, comencé a auto aceptarme y auto descubrirme”, dice.
Pero, ¿cómo se involucró en el activismo social?
Alejandra comenta que su activismo es social-político, porque más allá de luchar y de exigir igualdad entre mexicanas y mexicanos, la lucha del colectivo LGBTTT tiene años de existir, “si bien es cierto en Durango la lucha la iniciaron otros compañeros, pues bueno me dieron la oportunidad de incluirme a mí y yo siempre estaré bien agradecida que me dieron la oportunidad y confiaron en mí de levantar por este sector de personas trans”, puntualiza.
Desde ese momento la joven se ha mantenido activa dentro y fuera de las calles para exigir los derecho esenciales para las personas trans en Durango, además Alejandra también es feminista, por lo que busca que ambas causas tengan una mayor visibilidad en la entidad.
Para concluir, Alejandra destaca que con su lucha como activista se ha convertido en una mujer más feliz, porque generaciones nuevas “que vienen detrás de nosotros, que no han vivido estas experiencias, pues con estas luchas que estamos viviendo los colectivos les va a abrir brechas en un futuro”.
La joven duranguense hizo un llamado a las personas trans en Durango para que no tengan miedo de vivir libremente pero sobre todo de aceptar su verdadero yo, además externó la invitación para que se acerquen a los diversos colectivos en el estado y así puedan obtener apoyo y una red de seguridad.