La ansiedad es el principal motivo por el que los padres de familia llevan a consulta a sus hijos, informó la subdirectora del Instituto de Salud Mental Municipal, Ana Terán Torrecillas, quien señaló la segunda causa es por problemas de acoso escolar o bullying, donde las niñas y niños e incluso adolescentes, experimentan inquietud, hiperactividad, falta de sueño y falta de concentración.
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Explicó que esta es el 15 por ciento de la asistencia que tienen en consulta en menores de edad que experimentan conductas catalogadas como de riesgo, en donde se vuelven agresivos, con poca tolerancia a la frustración, ofenden y empujan; es necesario ponerle atención, pues seguramente tiene una situación de fondo que no sabe cómo abordar por su corta edad.
La especialista reconoció que desafortunadamente hay padres de familia que celebran este tipo de conductas, en lugar de trabajarlas desde un aspecto psicológico.
“Se deben tomar cartas en el asunto, sentarse a platicar en familia y averiguar si hay alguna situación que le esté generando este síntoma o emoción”, comentó Terán Torrecillas, y pidió que de no abrirse de manera natural, es necesario llevarlo con un profesional de la salud mental, la cual hoy en día es gratuita a partir de los siete años.
Aconsejó a los padres que sin importar que sean tachados de exagerados, acudan a recibir terapia durante los primeros signos de alerta, y no esperar a que su hijo sea adolescente o adulto y el problema sea mucho mayor.
Del cien por ciento de las conductas que se atienden, el 80 por ciento son mujeres, el otro 15 por ciento son niñas, niños y adolescentes; y un solo el cinco por ciento son hombres, “ellos son los que menos acuden a terapia, en su mayoría son mujeres o mujeres que llevan a sus hijos”, comentó la titular de salud mental en el municipio.
Todos ellos reciben consultas a través del equipo del Instituto de Salud Mental Municipal, en donde además de psicólogos especialistas en niños, también trabajan terapeutas de la comunicación humana, un nuevo servicio que se ofrece ya que por medio del lenguaje también se pueden percibir otros síntomas emocionales.
Explicó que la contención psicológica es por cuenta de los psicólogos y terapeutas, pero en caso de requerir una consulta psiquiátrica, son designados con el paedopsiquiatra, así como neurólogos que si bien son pocos en el estado, solo se derivan cuando el paciente requiere de una medicación.
Informó que cada vez son menos los casos en niñas, niños y adolescentes que llegan con alguno de estos problemas en etapas avanzadas, ya que cada vez son más los padres que están atentos de las conductas de sus hijos y los llevan a atención.
“Lamentablemente sigue habiendo casos en los que nos los llevan creyendo que con la terapia se van a solucionar los problemas familiares, o que les cambiemos un chip mágico, cuando en la mayoría de las ocasiones se trata de un problema familiar”, dijo.
