A través de un comunicado, la Arquidiócesis de Durango dio a conocer que dos sacerdotes que estaban “incardinados”, es decir, formaban parte de esta comunidad eclesiástica, les fue impuesta la “dimisión del estado clerical”, esto derivado de un proceso penal administrativo “ex can. 1720 del Código de Derecho Canónico” que se abrió en su contra.
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Se trata de los señores Enrique Vargas Duarte y Juan Manuel Rodríguez Cajero, quienes perdieron los derechos que les confiere el estado clerical, “así como todo oficio eclesiástico y sobre todo quedan excluidos del ejercicio del orden sagrado y de la prédica de la doctrina teológica”, señala el documento firmado por el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez.
Aunque en el comunicado no se aclara el motivo por el que estos dos sacerdotes no tienen permitido hacer labores religiosas, se advierte que todo sacramento que realicen, lo hacen a nombre propio y no de la iglesia católica.
Se tiene conocimiento de que Juan Manuel rodríguez Cajero cuenta con una comunidad religiosa que presta servicios en un templo denominado San Judas Tadeo y la Virgen de Guadalupe en el poblado Las Morenitas de la ciudad de Durango, sin embargo aseguran que la comunidad debe tener conocimiento que no le está permitido oficiar ningún servicio religioso.