El cruel asesinato del clérigo Juan Antonio Orozco, constituye un golpe muy fuerte para la familia presbiteral de Durango, declaró el pastor de la grey católica de la entidad, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez.
Al respecto, señaló que se fortalecerán medidas preventivas para impedir se repitan este tipo de situaciones, mismas que según dijo, “esperamos que haya sido una confusión”.
Como oportunamente se informó, el sacerdote Juan Antonio Orozco, quien se dirigía a oficiar misa a la comunidad de Pajaritos, en el municipio del Mezquital, fue alcanzado por proyectiles disparados por arma de fuego, a consecuencia de ello murió en el lugar.
Se trata de un hecho que consterna, es el deceso de un sacerdote de apenas 30 años de edad, que prestaba los servicios religiosos en una zona geográfica y socialmente complicada”, dijo el arzobispo.
Este deceso constituye un golpe muy fuerte para la familia presbiteral de Durango, reiteró el prelado, por lo que se habrán de extremar medidas de prevención a fin de que no se repitan este tipo de situaciones tan lamentables.