La combinación entre alta temperatura y humedad, es el entorno adecuado para la actividad de algunos bichos que al morder o picar, resultan de riesgo para los seres humanos.
Tal es el caso del alacrán, que en esta temporada se mantiene más activo y esto se refleja en la estadística que se concentra en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, se registraron tan sólo 217 niños y adolescentes atendidos por picadura de alacrán, así lo informó el secretario de Salud, Sergio González Romero.
Este histórico artrópodo que le ha dado identidad a Durango, es responsable de alteraciones físicas y aún de riesgo, para miles de habitantes de este estado, en donde están perfectamente identificadas las regiones zoonóticas de la carátula geográficas, en donde la incidencia es más frecuente en picaduras de alacrán.
Estos lugares son el municipio y ciudad de Durango, Nombre de Dios, Pueblo Nuevo, Súchil, Poanas, El Mezquital y Vicente Guerrero, en donde a manera de respuesta a la demanda ante casos de emergencia, se cuenta en las unidades médicas de la Secretaría de Salud, el faboterápico adecuado para contrarrestar la toxicidad del veneno del alacrán y de esta manera, desactivar la ponzoña y regresar el estado de buena salud para el paciente.
Dentro de sus comentarios, el funcionario precisa en hacer un llamado a la población, que ante la inoculación de veneno de alacrán, es necesario acudir al centro de tratamiento más próximo a solicitar el servicio correspondiente y, evitar a toda costa, los remedios caseros, que en nada favorecen al cuadro de envenenamiento de un individuo y sí, por el contrario, retrasan el tiempo para una atención profesional y de probada y comprobada eficiencia, dijo González Romero.