Un difícil panorama es el que enfrentan los constructores duranguenses, informó el arquitecto Óscar Orozco, al señalar que el aumento en los precios de los insumos, aunado a la inflación y el costo de la mano de obra derivado del aumento al salario mínimo y prestaciones de los trabajadores, impactan de manera negativa en los presupuestos de las obras.
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Están conscientes de la importancia que tiene el hecho de mejorar las condiciones laborales de los empleados, pues ahora también se discute en la Cámara de Diputados federal el tema de la disminución de la jornada laboral, sin embargo al no tener las condiciones óptimas para desarrollar más obras y mejor pagadas, el gasto es absorbido por el empresario local.
El aspirante a dirigir la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Durango, advirtió que se requiere la implementación de un Centro de Costos al interior de la organización, que funja como un ente gestor en relación a la negociación de pagos justos, y en tiempo, a fin de no afectar el proceso de la obra.
“El centro de costos que necesitamos tener al interior de la CMIC es de suma importancia por todos estos aumentos que ya tenemos, para que nuestros presupuestos sean respetados y sean pagados con precios justos por la situación que se vive actualmente”, comentó el arquitecto Orozco.
Explicó que dentro de sus objetivos está también la capacitación de las poco menos de 500 empresas que forman parte de la CMIC y para las que se busca fortalecer de manera interna para enfrentar los retos que vienen, sobre todo durante este año que al ser electoral, los gobiernos deberán lanzar las licitaciones antes de que comience el periodo de campañas y con ello activar la economía que se genera en torno a esta actividad.
Explicó que además de la obra pública, en los últimos años ha comenzado el incremento de la obra privada, lo que les permite compensar la disminución que traen consigo los presupuestos públicos y con ello la disminución de los mismos.
“Desafortunadamente cada año el presupuesto parece que viene a la baja y las empresas constructoras cada vez somos más. Es una situación para nada favorable pero ahí es donde necesitamos reinventarnos porque no podemos seguir quedándonos a esperar únicamente lo que viene del sector público”, dijo.