Para la consejera electoral Laura Bringas, la austeridad republicana que propone la 4ª Transformación, no aplica en materia electoral y considera además una visión reducida y alejada de la realidad la que se argumenta para desaparecer los Organismos Públicos Locales Electorales –OPLES-, pues sería más caro no tener democracia, en tanto que, sostiene, que es la enorme desconfianza que existe en la autoridad lo que encarece los procesos.
Al formular un análisis respecto a la proyección que existe cuando menos en una fracción del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para desaparecer los OPLES, la especialista expuso lo anterior y con detalle, refuerza su razonamiento:
Existen alrededor de 130 iniciativas sobre el tema electoral en el Congreso de la Unión, que van desde modificaciones en la estructura del INE y de los Oples, hasta desaparecer éstos últimos.
En este marco, la idea que por lo menos está posicionando mediáticamente el diputado Sergio Gutiérrez Luna, coordinador de los trabajos de la reforma electoral, es precisamente desaparecer los 32 institutos electorales según la reforma que presentó en el mes de abril.
El argumento es que los OPLES son instituciones muy caras y que no hacemos nada; que a partir de 2014 el INE desarrolló el grueso de las actividades y que los organismos locales hacen solamente lo que ordena el Instituto Nacional Electoral.
Se trata de una visión muy reducida y completamente alejada de la realidad. Tendría el diputado que darse una vueltecita por un instituto electoral local en proceso electoral para que conozca lo que se hace.
Al respecto, es importante precisar un punto de vista en el sentido de que el argumento de la austeridad republicana no puede aplicarse en materia electoral.
Pudiéramos hacer más eficiente el gasto en muchos rubros, sí. Reducir costos en muchos aspectos, sí, siempre y cuando se reforme la Ley porque por ejemplo, hoy en día votamos en “billetes”, es decir, las boletas tienen tantas medidas de seguridad que parecen billetes y esto encarece los procesos electorales.
Sí hay muchos rubros en donde se puede reducir costos, pero se requiere de reformas legislativas que modifiquen aspectos del proceso electoral, y no que modifiquen la estructura del sistema electoral como existe actualmente.
La estructura del sistema electoral está conformada por una autoridad nacional y 32 autoridades locales en materia administrativa. No se requiere una modificación a la estructura, sí se requiere un cambio a los procesos y sí se puede ahorrar mucho dinero.
Y es que en sus argumentos, el diputado Gutiérrez Luna manifiesta que los organismos electorales costamos alrededor de 9 mil millones de pesos. En efecto, si sumamos todos los presupuestos de 2019 de todos los institutos electorales, sí da una cifra incluso mayor, pero ahí se incluyen 4 mil 600 millones de pesos de prerrogativas de partidos políticos.
Eso es un argumento que pega mucho, que sí es contundente, pero que no es real real. Es un argumento atractivo para el electorado, decir vamos a desaparecer a estos flojos que no hacen nada, pero resultaría más caro no tener autoridades electorales, sería más caro no tener democracia.
Finalmente, los procesos electorales se han ido encareciendo debido a que muchos aspectos que se han tenido que ir construyendo porque no confiamos, es decir, lo que encarece procesos electorales es la desconfianza.