Las inhumaciones que se realizan en los panteones municipales han descendido en un 40% en los últimos tres meses, desde el 23 de abril a la fecha son cerca de 20 cuerpos los que se han sepultado por neumonía o posible causa de Covid-19.
Bajo protocolos estrictos trabajadores de los camposantos municipales realizan las inhumaciones de los posibles sospechosos a Covid, que hasta el momento no rebasan las dos decenas, portan un uniforme especial que consta de overol, guantes, cubreboca, mascarilla especial que filtra el aire y careta, señaló el administrador de los panteones, Francisco Javier Curiel García.
El funcionario municipal subrayó que no se han recibido cuerpos que hayan sido positivos a Covid-19, sin embargo son pocos los casos de familiares que han acudido a depositar las cenizas de algún pariente que ha muerto por dicha causa, “los cuerpos con estas características, los que son positivos, se incineran, las cenizas se han sepultado en los lotes de los familiares, ya que el Panteón de Oriente no cuenta con osarios (lugar donde se depositan las urnas)”.
Los ataúdes que llevan la leyenda de posible Covid o neumonía, también cuentan con protocolos de seguridad, a fin de evitar que sirva algún contagio, dijo el administrador.
Curiel García explicó que desde el 23 de abril se cerró de manera parcial el ingreso a los panteones y se puso en marcha un protocolo interno, en el cual se pide que no pueden asistir más de 20 personas a las inhumaciones, no pueden pasar mayores de 65 años, ni menores de edad, todos los asistentes deben portar cubreboca y usar gel antibacterial a la entrada y salida además de respetar la sana distancia.
Los tres panteones que administra el municipio de Durango tienen un horario de 8:00 a 14:00 horas, los asistentes sólo pueden estar una hora para despedirse de su familiar, dijo el entrevistado y subrayó que el único servicio que se realiza es la inhumación.
Sin embargo el administrador de los panteones enfatizó en la disminución en dicho servicio, ya que antes de que iniciara la pandemia se llevaban a cabo hasta ocho entierros, pero en los últimos tres meses de confinamiento la cifra ha bajado a 5 e incluso cuatro.