Desde hace cerca de tres años en Durango se ha recrudecido la falta de alimentos, principalmente en el último semestre debido a la falta de lluvia los pobladores de comunidades han sentido los estragos en la falta de provisiones que cosechaban en el traspatio de su hogar.
Sara Torres Córdova, presidenta del Banco de Alimentos en Durango, indicó que actualmente apoyan a dos mil 700 familias semanalmente, con una despensa que cubre sus necesidades alimenticias por tres días aproximadamente.
Desde hace 14 años el Banco de Alimentos se instaló en la Calle Gerónimo Hernández número 222 de la colonia Insurgentes, a partir de esa fecha solo tres empresas duranguenses han apoyado la causa con la donación de pan y tortillas de manera diaria.
Es una etapa difícil, señaló Torres Córdova, ya que existe mucha pobreza en Durango y se ha reflejado en los últimos meses que no ha llovido, los productos del campo no se dieron, ya que los huertos de traspatio no tienen el agua suficiente para producir, menos en el campo, esto genera mayor número de personas con necesidades alimentarias.
Diariamente el Banco atiende a familias que viajan desde distintas colonias que se encuentran catalogadas como zonas vulnerables, entre ellas la Isabel Almanza, lugar del cual semanalmente durante más de una década se ha trasladado Silvia Luz Calderón Parra, quien con siete hijos explicó que la despensa que le cuesta 55 pesos ha podido amortiguar los gastos del hogar y pudo darle alimento a sus pequeños, quienes hoy han formado una familia, sin embargo ella sigue asistiendo al Banco de Alimentos debido a que el sueldo de su esposo es poco y necesita “acomodar el gasto”.
DESPLAZADO
Hace un par de años los locatarios de los mercados de abastos en la ciudad donaban frutas y verduras al Banco, a la fecha esos convenios han desparecido debido principalmente a los innumerables centros de rehabilitación que se han asentado en la urbe.
“En los mercados ya no donan, debido a que los locatarios piden que realicemos limpieza, como lo hacen los centros de rehabilitación a cambio de alimentos, nosotros no podemos estar yendo a hacer la limpieza, les he ofrecido el recibo deducible, pero como últimamente con el disparo de estos centros nos ha quitado espacio” resaltó la señora Sarita, como le llaman los beneficiarios del Banco.
Actualmente el Banco sólo cuenta con apoyo de la empresa Kir, Grupo Lala, la panificadora La Paz, Rico Pan, Tortillería Los Compadres y un invernadero de venezolanos que producen chile morrón, además de diversas personas que se acercan a donar desde una cajas de huevo o trigo inflado, dijo la titular de la asociación civil.
Los fines de semana el personal del Banco se traslada a las comunidades cercanas a la capital como lo son Lerdo de Tejada, La Ferrería, El Pueblito, Las Maravillas, entre otras, a fin de cumplir el objetivo que es el combate contra el hambre y desnutrición en la entidad.
Sara Torres hizo hincapié que en Durango no existe cultura de donación, “estamos muy pobres, lo mío es mío, existen muchas personas necesitadas y la mayoría no ve más allá de su entorno, aprovecho para hacer un llamado a los empresarios para que abran su corazón y se unan a la causa”.
Cabe hacer mención que dentro de poco el Banco de Alimentos en Durango recibirá el redondeo que organiza Soriana y en el mes de octubre la campaña “Por un México sin hambre” será llevada a cabo por los jóvenes del servicio militar, quienes tocarán casa por casa a fin de recaudar víveres que se conviertan en el alimento de quienes los necesitan.
