La diputada Alicia Gamboa Martínez presentó un paquete de reformas a Ley de Educación, Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y a la Ley de los Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado, con la finalidad de fortalecer la participación de los padres de familia en la educación de sus hijos.
“El presente en que vivimos es muy complejo; no es posible educar acertada y adecuadamente en los centros educativos si estos no establecen una verdadera coordinación con las familias; a los docentes no les queda otro camino para lograr el éxito educativo que contar con los padres para que exista coherencia entre lo que se hace en casa y en la escuela”, resaltó al realizar la ampliación de motivos.
En este sentido, explicó que la reforma a la Ley de los Trabajadores del Estado busca que el estado, autorice los permisos necesarios para la asistencia de los padres o tutores trabajadores a las actividades que convoquen las autoridades educativas en favor de sus hijos.
En lo que se refiere a la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y la de Educación, prevé fijar un calendario adecuado, con días y horas de actividades, como pueden ser escuela para padres, reuniones informativas, conferencias, cursos de valores, dinámicas padre e hijo, entre otras, evitando el ausentismo desmedido de padres.
Agregó que las condiciones de trabajo no están hechas para conciliar el ámbito familiar, particularmente con el educativo y el laboral, ya que si bien, la legislación mexicana ha tenido muchos avances, como los permisos de maternidad, paternidad, lactancia, entre otros, estos no han logrado conciliar la responsabilidad de los padres o tutores dentro de la escuela, con la responsabilidad laboral.
“Uno de los desafíos más grandes que se enfrenta como madre y padre de familia trabajadora, es la dificultad de asistir a temas importantes en la vida educativa de los hijos”, comentó Gamboa Martínez.
Por ello, durante la sesión ordinaria, resaltó que tanto los padres, como los maestros y el centro educativo deben estar en una comunicación constante y fluida para el bien de los niños y para su desarrollo académico adecuado.
“Esta coordinación no solo debe atender los aspectos académicos, de valores o emocionales de los menores, no nos olvidemos que ya existen otro tipo de riesgos que están viviendo nuestros hijos en las escuelas, de tipo cibernético, acoso, retos peligrosos, etc., que, sin nuestra participación e involucramiento adecuado en la educación de nuestros hijos, nunca nos daremos cuenta de lo que ahí les sucede”, explicó.