“No puede haber un juez que esté por encima de una reglamentación de una institución educativa sin haber una razón de por medio”, aseguró el titular de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), Guillermo Adame Calderón, así se refirió al caso del joven estudiante de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Durango (ByCENED), quien se encadenó a la puerta principal para exigir la reinstalación de sus actividades escolares.
- Te recomendamos: El 40% de los jóvenes duranguenses sufren de ansiedad y depresión
El funcionario estatal aseguró que la instrucción judicial es solo de carácter temporal para reactivarlo en sus actividades académicas mientras el juez federal, lleva a cabo la definición del amparo judicial.
Reiteró que no es una instrucción definitiva, por lo que actualmente José Amílcar Reyes Tavares, se le atendió para que pueda entrar a recibir clases, no obstante dijo no estar de acuerdo en que se quiera pasar los exámenes a través del uso de un amparo judicial.
“Imagínense lo que le pasaría al sistema educativo en Durango y en el país, si todo mundo toma unas cadenas para poderse hacer de un título universitario”, advirtió el secretario de Educación en el estado, al asegurar que no entrarán en controversia por este caso, y solo están a la espera de una definición.
Cabe recordar que el lunes pasado, el joven estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Educación Primaria, acudió a las instalaciones de la ByCENED para exigir a las autoridades académicas la reinstalación de las actividades que todo alumno de último semestre debe realizar para poder acceder a una titulación, como la asignación de una escuela primaria para realizar sus prácticas y un asesor de titulación.
Sin embargo a la fecha solo se le ha reinstalado en las clases de manera presencial, no así en lo referente a las prácticas profesionales y el asesor de la tesis.
José Amílcar, asegura que en el último semestre presentó varias inasistencias derivado de problemas personales y familiares que lo llevaron a tener trastornos como depresión y ansiedad, que mermaron en su actividad académica, de ahí que acusa a las autoridades de la escuela formadora de docentes, de ser poco empáticos ante este problema.