Mientras que anteriormente las mujeres acudían al Instituto Municipal de la Mujer para recibir asesoría psicológica o jurídica, sin embargo en los últimos años se ha vuelto recurrente la solicitud de ayuda porque tienen un problema de adicciones, informó la directora de la institución, Mina Argumedo García, quien señaló que en su mayoría llegan con una dependencia a la marihuana y al cristal.
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Explicó que desafortunadamente comienzan con la ingesta del alcohol a edades cada vez más tempranas, incluso desde la adolescencia en edades de entre 15 y 16 años aproximadamente, sobre todo porque están expuestas a escenarios como los bares o antros, a los que empiezan a ir desde muy jóvenes.
De ahí que es en centros nocturnos donde se arrancan los programas preventivos en donde trabajan con personal que atiende en la barra, las y los meseros, así como hostes o anfitriones; a quienes se les capacita para saber actuar en caso de detectar conductas que sean dañinas o de abuso.
Y es que de acuerdo con la titular del IMM, el hacinamiento también es una de las características que incitan a este tipo de conductas, pues en ocasiones se encuentran hasta seis personas que habitan en un cuarto de cuatro por cuatro; esto aunado al clima, la irritabilidad que se genera con este solo, además de la situación económica lleva a las mujeres a consumir drogas, comenzando por el alcohol.
Por ello piden que se acerquen con profesionales de la salud para atiendan a tiempo un problema que puede hacerse mayor si no se atiende de manera oportuna.
Aunque no se tiene una cifra específica sobre el número de casos que se han presentado en comparación con los anteriores, Argumedo García, aseguró que esto ha obligado a las instituciones a capacitarse en la atención de pacientes con adicciones y con ello saber atender las necesidades actuales.
“Estamos viendo muchas situaciones complejas al interior de las familias, no solamente contra la mujer, sin embargo actualizándonos, capacitándonos constantemente, y haciendo sinergia con las Cámaras Empresariales y Colegios de Profesionistas, existe confianza en las instituciones que trabajamos los temas de salud mental y de violencia para que se acerquen y puedan recibir una atención oportuna”, dijo.
Cuando alguna mujer que pide el servicio del IMM y es detectada con algún problema de adicción, es canalizada al Instituto de Salud Mental, mientras se le da seguimiento cuando son víctimas de algún tipo de violencia, pues las adicciones suelen suceder en personas que son violentadas.