La disminución en las ventas de pan, aunado al incremento en las prestaciones laborales e incrementos en los insumos para la elaboración del producto, ha ocasionado que en estos primeros cinco meses del año, se registre el recorte de personal y el cierre de cuando menos dos panaderías, así lo dio a conocer el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) Fernando Flores Gómez.
Durante la charla con el líder de los panaderos del sector formal, resaltó que el primer semestre de cada año, siempre ha sido complicado para los industriales del pan, ya que las ventas caen de manera considerable, sin embargo, para este 2023, la situación económica para ellos es mucho más compleja, pues ya comenzaron a presentarse el cierre de panaderías.
Preciso que una panadería con más de 40 años tuvo que cerrar sus puertas porque ya le resultaba incosteable mantener la plantilla laboral y los gastos que se generan con un establecimiento que ya no registraba ventas, lo mismo le sucedió a otra empresa que no pertenece a la Cámara y seguramente que habrá más que ya no pudieron continuar.
Descarto que el oficio de panadero esté en peligro de extinción, pues dijo que algunos establecimientos se cierran pero el trabajador puede acomodarse en otro establecimiento, sin embargo, lo que sí es una realidad es que hoy la panadería tradicional está en una situación económica muy complicada, por lo que tendrá que modernizarse.
Puntualizó que lo que sí está muy complicado es mantener precios estables en el producto final, pues a estas alturas del año, el precio del pan de azúcar tiene un precio de los 16 y 20 pesos la pieza, mientras que el de “agua” está entre los cinco y ocho pesos.
Lamentablemente los precios de los insumos como las harinas y las grasas se han incrementado en un 20 por ciento, a esto le tenemos que sumar el incremento salarial y en el resto de las prestaciones como es el caso de la disminución de las horas de trabajo e impuestos.
Comentó que en estas semanas las ventas de pan se han desplomado en un 25 por ciento, producto de las condiciones climáticas, es decir cuando se presenta la temporada de calor la gente disminuye el consumo de pan, mientras que en la temporada de otoño-invierno, las ventas mejoran, pero en estos momentos no tenemos la capacidad económica para sostener la plantilla laboral y el pago de las obligaciones como patrones.
Tristemente algunos empresarios del ramo se han visto en la necesidad de despedir personal que ya tenía muchos años laborando con ellos, ya no les alcanza para pagar la nómina, las ventas se desplomaron y los insumos son demasiado costosos.