Aunque la carne de caballo no es mala, en Durango no se cuenta con un rastro certificado con el sello TIF que garantice la calidad del producto y promueva su consumo, dijo Adriana Miranda, empresaria de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), al reconocer que la carne que se oferta en el estado es en su mayoría clandestina.
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Explicó que este tipo de carne es de hecho una de las más saludables, pues tiene un bajo porcentaje de grasa en su composición, sin embargo no se tiene con un lugar en el que haya médicos veterinarios que certifiquen que el animal está en buen estado de salud.
A pesar de ello, ante la demanda que existe, también está la oferta, aunque no hay nadie que garantice que es apta para el consumo humano.
Ante los rumores de la presencia de este tipo de carne en locales comerciales, haciéndola pasar por carne de res, la empresaria tablajera, recomendó al consumidor identificar el producto a través del olor, ya que emite un aroma diferente al de la carne de res, así como la apariencia, color y sabor distintos.
“Se distingue luego luego, además de los precios, por ejemplo la carne para deshebrar de res cruda oscila en los 200 pesos el kilogramo, es imposible que la carne ya cocida esté en 230 pesos. Ahí es un factor a detectar”, dijo. Aunque no se le informa al consumidor, lo ideal es que se haga la aclaración para que sean ellos quienes tomen la decisión de adquirirlo o no.
Asimismo informó que se esperan alzas para los próximos meses, sobre todo en la carne de puerco donde no se descartan la posibilidad de tener un alza de entre cinco pesos y 10 pesos aproximadamente durante el mes de septiembre, pues es el alimento base en la preparación de muchos de los platillos mexicanos.
La empresaria dedicada a la carne, advirtió que mientras esto pasa con el producto proveniente del cerdo, en el caso de la carne de pollo, se ha tenido aumentos de entre el 10 y 15 por ciento aproximadamente.
Sin embargo el más significativo se verá en la carne de res, en donde se espera que a partir de octubre o noviembre, se le aplique un aumento del 15 o 20 por ciento, esto debido a que con la lluvia los productores obtuvieron una mejor alimentación para sus animales y con ello poder ofertarlos a un mejor precio.
“La gente que tiene el ganado, no va a venderlo ahorita, lo que va a hacer es prepararlo para a finales de año, poder obtener un mejor precio”, dijo la empresaria duranguense, quien aseguró que desafortunadamente se han tenido que enfrentar a todas aquellas grandes tiendas que oferten productos cárnicos de buena calidad y que aunque se piensa lo contrario, ofertan el alimento a costos más altos.
Pese a los altos precios que se tienen, su consumo de carne no ha bajado, ya que el clima funge como un factor importante para que la gente decida hacer parrilladas o carnes asadas con la familia.
Los meses en los que estos negocios se han visto más golpeados son junio y julio en el caso de la carne de res, sin embargo el consumo del puerco se disparó notablemente y confían en que el regreso a clases será benéfico para la venta, pues las familias regresan a sus actividades habituales.
“Invitamos a la gente a que consuma local y que acudan siempre a las carnicerías que están en sus colonias para que puedan aprovecharlo”, comentó Adriana Miranda, al destacar que son las amas de casa las que más visitan negocios locales, aunque también existen aquellas que lo hacen al por mayor en los centros comerciales.