Motivada por los vientos de cambio que soplan en el país, sobre todo a partir de las reformas a la Ley del Trabajo, choferes cetemistas están resueltos a modificar el rumbo de su organización sindical, con objetivos concretos, entre los que destaca en primer término, destituir a Javier Covarrubias Vázquez como Secretario General y posteriormente, inyectar vida a la agrupación, cuyo gremio se encuentra famélico, mientras que el actual dirigente y algunos allegados continúan enriqueciendo el bolsillo a costas de la comunidad choferil de la Confederación de Trabajadores de México en Durango.
Se trata de un grupo numeroso de trabajadores del volante, resueltos a modificar la realidad actual de su sindicato, donde Covarrubias Vázquez suma, de manera precisa, casi 5 lustros sin convocar a asamblea general, y establece juntas sectoriales con el fin de mantener el control del gremio, como lo ha logrado a través de 45 años que resumen su estancia ya como secretario general, pues asumió el cargo cuando tenía algunos 38 años de edad.
La reacción del grupo, ocurre sí, motivada por las reformas a la Ley del Trabajo, pero más, por la sarta de anomalías que cada vez con mayor descaro realiza el dirigente, como el caso del manejo de las nuevas concesiones que en contubernio con la autoridad, son puestas en su mano, en el supuesto, para dotar a los trabajadores de una forma digna de ganarse la vida al contar con este beneficio, sin embargo, hay compañeros que tienen 40 o 50 años laborando y aun no las tienen.
Lo peor es que a la postre, ya de manera histórica, se sabe que la autoridad libera determinado número de concesiones, empero, se ignora su futuro; aunque la especie indica que estas “carteras” van a parar a poder de allegados de Javier, familiares, amigos, sus colaboradores de mayor confianza, y también, de funcionarios públicos.
La situación es crítica, porque hay casos también de choferes que han entregado su vida en la labor dentro de la organización sindical, y al término, no tienen un pensión, algún fondo de ahorro u otro beneficio que soporte su vejez. No son pocos los casos de trabajadores del volante que para sobrevivir tienen que pedir limosna, literal.
Se carece de un fondo o seguro para accidentes, de tal forma que cuando se registra un percance, habrá de ser el propio trabajador, quien sufrague los gastos respectivos.
Se está buscando, en este cometido, la atención y la comprensión de la Federación Estatal de la CTM, de Ricardo Pachecho, de quien esperan una buena respuesta, sobre todo en términos de apegarse a la ley y alejarse de la cultura caciquil que históricamente ha imperado en la organización. Aquí, la proyección es obligar a que se lleve a cabo una asamblea general, colocar una figura de dirigente provisional y luego, organizar elecciones, porque la democracia debe ser una constante ahora en esta organización.