Ante el derrame confirmado de casi seis millones de litros de la presa de jales, la Profepa clausuró la mina de plomo y zinc ubicada en Mesa de Coroneles, Canelas, municipio de Durango, al tiempo que será interpuesta una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el daño ambiental ocasionado ya que impactó el arroyo San Bernabé distante cinco kilómetros aguas abajo, hasta llegar a la localidad del mismo nombre.

El derrame de sustancias con metales pesados ocurrió en esta mina el pasado 1 de mayo, por lo que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó oficialmente que las operaciones del lugar ya fueron clausuradas de manera temporal total por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y se ordenó a la empresa contenerlo y limpiar el jale en las zonas afectadas.

Asimismo, consignó que la Profepa presentará una denuncia penal ante la agencia del Ministerio Público de la FGR en Durango por afectaciones al ambiente, ya que en la inspección realizada se constató que el derrame es de casi seis millones de litros de jales y no de cinco mil, como lo manifestó la empresa.

De acuerdo con el informe del organismo, la presa sufrió una ruptura ocasionada por haber llegado al límite de su capacidad, lo que ocasionó que parte de un camino vecinal quedara cubierto de estas sustancias pesadas, así como una superficie de casi ocho mil metros cuadrados de una propiedad privada (Lagunita de Coroneles) en la que había presencia de pino y encino. Además, el derrame impactó el arroyo San Bernabé distante cinco kilómetros aguas abajo, hasta llegar a la localidad del mismo nombre.

La presa de jales, ubicada en la colonia Mesa de Coroneles, en Canelas, Durango, tiene como giro la explotación de plomo y zinc, y cuenta con una superficie aproximada de cinco mil metros cuadrados y una profundidad de 34 metros.

Tanto la Profepa como la Comisión Nacional del Agua, (Conagua) trabajan de manera coordinada con las autoridades locales y municipales para atender este derrame y garantizar la seguridad de la población aledaña y del ecosistema.