El incremento en las frutas y verduras tiene un impacto negativo no solo en los hogares, sino especialmente en aquellos comercios dedicados a la preparación de comida, de ahí que desde el aumento del chayote de un 300 por ciento, Pilar Mejía, decidió ya no incluir esta verdura en sus preparaciones, “antes encontraba el kilo en 20 pesos a veces 25, pero esta última vez me lo dieron en 70 pesos”, dijo sorprendida del costo al que se elevó un producto que utilizaba de relleno en sus caldos.
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Aseguró que frutas como la naranja, básica en su menú por los jugos, pasó de 12 a 35 pesos por kilogramo, “es excesivo el costo de los productos”, dijo impactada de la situación, pues ha pagado entre 25 y 30 pesos por cada pieza de lechuga; mientras que el aguacate “el oro verde”, dijo, actualmente está en casi cien pesos el kilogramo.
Doña Pili, como se le conoce en el tradicional mercado Gómez Palacio, señaló que no puede dejar de adquirir esos alimentos, pues son parte de su menú diario y por el que acuden a su comedor; pese a ello no piensa incrementar el precio de sus platillos, ya que lo ha mantenido porque hasta el momento no ha tenido un aumento en el precio de la carne.
“En cuanto el carnicero venga y me diga que me va a incrementar el costo, pues tendré que subirle los precios”, dijo al reconocer que los precios de las verduras todas han subido al doble sus costos, "lo que se ha mantenido más o menos es la calabaza y la zanahoria porque ahorita está en 15 pesos", comentó.
Contrario a ello, la señora Sandra Olga Huerta, a quien todos identifican como la Popis, ha tenido que aumentar los precios de sus platillos entre 10 y 20 pesos, para poder solventar los gastos del comedor y pagar a las empleadas que también dependen del ingreso que tenga el negocio.
“Son cosas que no nos lo esperábamos y a pesar de que está subiendo todo, la gente respinga”, comentó al advertir que debido a la sequía, hay verduras que no se consiguen como la coliflor o el brócoli y los que hay se encuentran a precios muy elevados.
Señaló que a comparación de otros años, la carne ha subido considerablemente, pues el kilogramo de carne para el caldo conocido como cocido, ahora lo encuentra en 160, mientras que anteriormente se la vendían en 80 pesos.
Con más de 30 años de experiencia, la Popis, dijo no recordar años tan malos para las ventas como este y el 2023; y al igual que Pili, no considera sacar ningún platillo de su menú, pues la gente los busca “y yo no puedo decirle que ya no lo tengo porque estaba más cara la verdura, tengo que comprarla al precio que me la vendan”, dijo.
De acuerdo con el secretario general de la Mesa Directiva del mercado Francisco Villa, Reynaldo Dozal Cisneros, además de la escasez producida por la sequía que afecta a gran parte del territorio de México; el encarecimiento de los alimentos también se relaciona al cobro de piso que se da en los estados de donde proviene la mercancía, y donde productores de lugares como Michoacán o Sinaloa deben trasladar este “impuesto” a la mercancía final.