Durango, su sierra, sus carreteras y su cielo, son en su conjunto un escenario de película, y en ese tenor, es inevitable no hablar de la rúa libre que conduce de Durango a Mazatlán, y la cual algunos conocen como la carretera del Espinazo del Diablo.
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Viajar por esta vía, y trasladarse del corazón de México a uno de los puertos favoritos, en Sinaloa, representa alrededor de seis horas, al recorrer incluso más de 280 kilómetros. Se trata de una rúa que se ha ganado múltiples adjetivos como por ejemplo que es una carretera peligrosa, pero a la vez espectacular, pues transitarla es sinónimo de disfrute de paisajes únicos que pertenecen a la sierra duranguense, sobre todo.
Desde diversos aspectos resulta ser asombrosa, pues esta rúa tiene más de tres mil curvas, mismas que la hacen compleja. A la mitad del camino hay una parada prácticamente obligatoria en el denominado Espinazo del Diablo, que es precisamente de ahí de donde muchos le adjudicaron el nombre.
Este lugar se encuentra en el kilómetro 168 de la carretera federal 40, que conecta Durango con Mazatlán, y que atraviesa la Sierra Madre Occidental. Alcanza los dos mil 500 metros sobre el nivel del mar; es partir de ahí que los usuarios de la ría descienden hasta llegar al nivel del mar, en Mazatlán.
Es un sitio favorito por los motociclistas, quienes hacen ruta de la capital duranguense a este lugar, desafiando los retos que implica conducir en dos ruedas por estas curvas cerradas, que se presentan una tras otras, generando así nuevas experiencias.
Al llegar al Espinazo del Diablo se logra una fantástica vista en una altura de dos mil 400 metros sobre el nivel del mar, en un ambiente fresco, entre una flora serrana.
Ahí se encuentra un letrero grande que indica que esta carretera Matamoros-Mazatlán, en su tramo Durango-Mazatlán, fue puesta disposición del pueblo por el entonces presidente de la República, Adolfo López Materos, en conmemoración del cincuentenario de la Revolución Mexicana.
Cruzar la libre Durango a Mazatlán representa un desafío para los conductores, pues es un reto cruzarla entre montañas; se trata de una experiencia que eleva los sentidos y despierta la pasión por la aventura; es una buena opción para admirar la riqueza natural duranguense.
Ésta era la única vía para trasladarse desde Durango hasta a Mazatlán, hasta el 17 de octubre del 2023, cuando fue inaugurada la denominada supercarretera Durango-Mazatlán, por parte del entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, y quien gobernó Durango en aquel año, Jorge Herrera Caldera.
Esta nueva vía de conectividad vino a reducir el traslado de un estado a otro en alrededor de dos horas y media, con poco más de 200 kilómetros en los cuales se enlazan al Pacífico y al Golfo de México, y conecta directamente a los estados de Sinaloa, Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
