A un año del fallecimiento del líder social y militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Pedro Ávila Nevárez, se realizó una ofrenda floral en su honor en el Panteón de Oriente de la ciudad de Durango, pues se le reconoce sus valores, lealtad, disciplina y vocación de servicio, sobre todo como un gran personaje para el partido y la sociedad en general.
Arturo Yáñez Cuellar, dirigente estatal del PRI, señaló que es un orgullo para los priistas, quien dejó un legado para seguir sus consejos, orientación, incluso los regaños, quien oriento a los gobernadores y en sus tomas de decisiones, siempre viendo por la gente y por Durango.
Expresó “don Pedro hereda al PRI orgullo, identidad, honestidad, lealtad y convicción de ser siempre priista sin esperar ninguna recompensa”.
Durante la ceremonia estuvieron presentes varios dirigentes, militantes y actores políticos del partido, el diputado federal, Ismael Hernández Deras, dijo que la figura de Pedro Ávila Nevárez rebasa a organizaciones y partidos, porque el pensamiento y el amor por Durango no tienen límites en su lucha.
Precisó que Don Pedro Ávila Nevárez siempre pensó en los demás, nunca en su beneficio político, personal, o económico. Manifestó “hoy estamos aquí en su tumba para decir que Don Pedro no ha muerto, porque sigue entre nosotros con su legado”.
Ricardo López Pescador, actual diputado presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, calificó a don Pedro Ávila como una persona y un político congruente en su vida, porque jamás dudó, del camino de vida que tenía trazado.
“Él nos enseñó lo que es la lealtad, lo que significan los valores en política y a estar de un lado siempre, y a tener principios”, indicó.
Pedro Ávila Cabada en nombre de su familia agradeció al PRI este homenaje y recordó el amor que su padre profesó por los pobres y por el estado, cuestiones por las que lucho a lo largo de su vida.