Construido entre 1961 y 1963, y luego de ser considerado como el segundo más alto en Durango, en la época, el edificio del Hotel Matar se quedó pausado en el tiempo.
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Fue el empresario del comercio, transporte, agricultura y ganadería, Pedro Matar, quien logró el permiso para la edificación del inmueble, y para ello le pidió al arquitecto foráneo Rubén Moreno Pulido impulsar el proyecto, mismo que se concluyó en 1963, contó a El Sol de Durango el cronista de la ciudad, Javier Guerrero Romero.
“Empiezan a construir el edificio en 1960, y termina a principio de 1963, se tardó prácticamente poquito menos de dos años su construcción. Para 1963 solicitaron el permiso para conectarse a la red de drenaje y agua potable, que es lo último que se hace en la construcción de un edificio”.
Pedro Matar lo quiso hacer en el marco de las celebraciones del cuarto centenario de la ciudad. Desde su inicio, la torre funcionó como hotel en la parte de arriba y abajo como los famosos Almacenes Matar, donde se vendía de todo, ropa, muebles, aparatos etc.
“Al hotel no entrabas por los Almacenes Matar, que eran la parte baja de la torre, y el vestíbulo del hotel estaba por la calle Progreso”.
Durante años el hotel funcionó sin problema, sin embargo, tras la muerte del señor Matar, se vino una serie de problemas, y se cerró derivado que no se le había dado el mantenimiento adecuado como el hotel de primera que fue.
Decidieron cerrarlo, explicó Javier Guerrero Romero, quien narró para este medio que está como pausado en el tiempo, pues si bien dejó de funcionar, adentro quedó todo el mobiliario. Aunque también trascendió que el cierre se debía a fallas en las estructuras, lo cierto es que no hay ningún dictamen técnico.
Fueron varios factores, “hubo una caída en el turismo de la ciudad, la terminal de autobuses se fue a la central, hay muchas situaciones que influyen en la rentabilidad del hotel y deciden cerrarlo, y después cierran también los Almacenes Matar”.
A un costado estaba una terminal…
“Como un agregado comercial importante, estaba a un costado una de las terminales de autobús de Durango. Antes no había central de autobuses, entonces las terminales estaban dispersas y ahí estaba Transportes del Norte y Chihuahuenses”.
Enfrente, estaba la estación de autobuses de Poanas, que era propiedad de la familia Matar; que tenías las rutas Durango-Poanas, Durango-Súchil, Durango-Chalchihuites. Estos eran propiedad del empresario Matar.
Nueva era para el edificio Matar
El cronista detalla que si bien durante muchos años estuvo abandonado, fue hace poco que rehabilitaron la planta baja, donde actualmente es una tienda de celulares y otros comercios.