El Instituto Nacional Electoral (INE) es un pilar de la democracia mexicana, conservarlo y fortalecerlo es responsabilidad de todos, porque nadie desea regresar a los tiempos en que las elecciones eran motivo de confrontaciones, de violencia y de imposiciones, expresó el diputado priista, Ricardo López Pescador, quien se pronunció a favor de la marcha por la defensa de dicho Instituto.
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Preciso que en el caso específico del grupo parlamentario del PRI no se trata de una decisión colectiva, sin embargo, en lo personal dijo tener la voluntad de participar a fin de unir su voz a la de miles de duranguenses y de mexicanos que desean que el árbitro electoral siga siendo un árbitro garante de elecciones libres y transparentes que generen confianza, y sobre todo que no se pierdan o no desperdicien esfuerzos en reyertas electorales y dedicarlos a fortalecer la economía de nuestras familias y a buscar mayores condiciones de igualdad social.
Por eso cuando se atenta contra su autonomía, contra su fortaleza, hay una reacción social que refleja la madurez de los ciudadanos mexicanos. La marcha es reflejo de esa madurez, por lo tanto varios legisladores de diferentes partidos han externado que participarán en ella, comentó.
Dijo que llegar a tener un instituto electoral autónomo le ha costado al país intensas y largas luchas políticas; hay que recordar que las elecciones antes eran organizadas por el gobierno y fue la etapa en que hubo más incertidumbre en los resultados electorales y por lo tanto conflictos postelectorales incluso hasta dramáticos.
“No había confianza porque el gobierno era juez y parte, no había condiciones de total igualdad en las competencias”, recordó.
López Pescador, explico que el haber logrado primero que el IFE fuera un instituto profesional que generara condiciones de igualdad de certeza jurídica y confianza ciudadana fue un proceso lento, y cuando se convirtió en el INE se consolidó en la aceptación ciudadana, además de integra a los partidos en condiciones de igualdad de participación en el proceso electoral y, sobre todo, le brinda a los electores certidumbre de que su voto es el que define quién accede a cargos públicos.
Por eso en México ya habido alternancia en el gobierno federal, en casi todos los gobiernos estatales y la mayoría de los municipios; y después de cada elección los conflictos electorales son muy pocos.
Resaltó que las nuevas generaciones de México han decidido en los últimos comicios federales y locales quién gobierna tanto en el país como en los estados y municipios, en un ambiente de tranquilidad social y paz política; eso se ha vuelto una normalidad que se fundamenta en un árbitro electoral profesional, respetable, objetivo, incluyente y que goza de la confianza ciudadana.