Incertidumbre prevalece entre los productores de frijol en el estado de Durango, tan solo en la zona de los llanos el 95% de la siembra de dicha leguminosa se realizó de manera tardía, con la esperanza de que el frío tarde en llegar a la entidad y las plantas puedan generar la semilla que es parte fundamental en la dieta de los mexicanos.
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Vicente Victorio Robles, integrante del Consejo de Vigilancia del producto frijol en el estado de Durango, explicó que la situación temporalera es difícil, ya que la siembra buena del frijol se debe realizar del 15 de junio al 15 de julio, y cerrar el 22 de julio, de ahí viene el riesgo, pues como en tiempos de antaño, los agricultores sigue rigiéndose por los ciclos lunares para poder obtener rendimientos antes de otoño, “este ciclo solo el 5% de la superficie sembrada en los Llanos está dentro del ciclo biológico”, indicó el también comisariado ejidal de Cuauhtémoc.
“El 95% de los frijoleros sembraron después del 22 julio, incluso hasta el 20 de agoto las parcelas registraban movimiento con el objetivo de buscar cosecha”, narró el entrevistado quien preciso que en este ciclo agrícola el Grupo Modelo, quien de manera frecuente compra más de 10 mil hectáreas, en este 2022 no quisieron asegurar cosecha sembrada después del 30 de julio, “aun así los productores sembraron hasta el 15 o 22 de agosto, existe riesgo del frío temprano, pero es más el amor a la tierra, por eso nos arriesgamos”, indicó.
Sin embargo los augurios no son favorecedores, se proyecta que las plantas de 30 ó 40 vainas que dan en un ciclo normal, en esta ocasión bajen a máximo 10, lo que estima que producirán de 300 a 500 kilogramos de frijol, mientras que antes un productor cosechaba una tonelada con 300 kilogramos o tonelada y media.
Dinero e inversión
Económicamente los productores frijoleros han sido mermados por el alza de los insumos como diésel, semilla incluso acero utilizado para recolectar la semilla “en este ciclo solo queremos recuperar lo invertido”, puntualizó Victorio Robles, quien exigió que el precio se establezca de acuerdo a la inflación, pues en cuatro años solo ha aumentado 1.5 pesos, lo cual no va en congruencia con el alza de todos los insumos.
Por su parte, presidente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Isaías Berumen Aguilar, enfatizó que “hay incertidumbre en el campo de Durango”, y la política de precio de garantía debe ser revisada a profundidad, además de ser congruente con el precio de producción y así obtener un margen de utilidad, “no debe empezarse a pagar en menos de 20 pesos por kilo”, enfatizó.
Añadió que esta incertidumbre entre los campesinos es por la variable de cambio climático, pues los periodos de sequía son muy largos y las lluvias se presentan en poco tiempo de manera muy intensa, ante ellos se espera que el ciclo se desarrolle de manera adecuada, aunque la superficie sembrada en tiempo es muy poca y a la fecha el frijol está en etapa reproductiva, “de no presentarse lluvias en estos días, el 70% de superficie sembrada no podrá reproducirse”.
La CNC en Durango cuenta con un padrón de 16 mil productores, de ellos 8 mil siembran frijol, se estima que la entidad cuenta con 600 mil hectáreas de siembra de diversos cultivos, de estas, 250 ó 300 mil se destinan al frijol seguido de maíz.
El líder de los campesinos subrayó que el campo duranguense vive del financiamiento de las remesas, pues son los connacionales quienes envían dinero a sus familiares para que el costo de la producción sea llevado, añadió que el financiamiento público está mermando o no está presentes y el precio de garantía no ha sido de utilidad, ya que el mercado libre lo rebasado.
Por ello urgió a revisar de manera profunda el actuar de las políticas públicas ejercidas en el campo y retomar los seguros para protección de cosechas, ”no hay política de administración de riesgos en el campo está ausente y eso ha afectado a los productores”, enfatizó.
De acuerdo con el último censo Agropecuario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de las unidades de producción en el país, 23% tiene terrenos cuya superficie es de riego, de ese porcentaje, se estima que 3.2 % corresponde a Durango.
De igual forma, del total de unidades de producción en el estado de agricultura a cielo abierto, 52.3 % utiliza fertilizantes químicos. En contraparte, un 22.2% utiliza abonos naturales.
La mano de obra del sector agropecuario en la entidad, el 23.1% no recibe un sueldo o salario, pues la mayoría es familiar de la o del productor. Las unidades de producción que contratan jornaleras y jornaleros en Durango lo hacen, en promedio, por 31 días con siete horas de labores diarias.
Sin embargo del total de productores, el 84% tiene más de 45 años, es decir, cada vez son menos los jóvenes que desean dedicarse al campo.
En el país, 51.8 % de las unidades de producción agropecuaria tiene tractor; de estas, aproximadamente 2.7% corresponde a Durango. En cuanto al tractor que usan las unidades de producción agropecuaria en la entidad, 54 % es propio, 35 % es rentado y el resto es prestado.