Al igual que en el siglo XIX, la madrugada de ayer miles de católicos acudieron al Santuario para venerar a la Virgen de Guadalupe. Ni el frío ni el movimiento cristero que se presentó entre 1926 a 1929, han sido obstáculos para cantarle y alabar a la Madre de los Mexicanos. Durante la celebración, el arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez, pidió ante miles de laicos por la paz, mantener la fe y lograr la unidad tal como lo hizo la Morenita del Tepeyac con las dos culturas: españoles y mexicanos.
El frío no fue obstáculo para que la madrugada de ayer, miles de guadalupanos se arrodillaran ante la Virgen de Guadalupe y escuchar el mensaje del arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez.
Desde el pasado 28 de noviembre cientos de peregrinos acompañados de danzantes se postraron ante la María la Virgen y la tarde de ayer se culminó con miles de guadalupanos que dieron gracias a la Patrona de México por los milagros concedidos, otros se acercaron para pedirle por la protección de sus familias y que les alejara alguna enfermedad.
Cabe destacar que las peregrinaciones en la ciudad de Durango ya suman casi dos siglos, pues ya se venían realizando, primero en el Templo de Analco, posteriormente en la Catedral en donde al resultar insuficiente para albergar al creciente número de adoradores de la Virgen María, se construyó el Santuario en el siglo 19.
Ayer 12 de diciembre se dejó en claro que lejos de reducir el número de creyentes de la guadalupana, el nuevo recinto resultó insuficiente para los 12 mil devotos que llegaron de diferentes municipios de la entidad.
La fe hacia la guadalupana no se ha perdido sigue viva en los corazones de los mexicanos, afirmó el vocero de la Arquidiócesis de Durango, el presbítero Noé Soto, quien comentó a los lectores de El Sol de Durango, que ha sido tanta la fe que ni los mismos cristeros pudieron resistirse a los milagros de la Madre de Jesús.
Desde hace 15 días cientos de comerciantes se presentaron a la explanada del Santuario en donde ofrecieron diversos artículos desde ropa hasta comida y mascotas.
La madrugada de ayer 12 de diciembre, no pudieron faltar las mañanitas y las festividades de diferentes artistas locales, quienes demostraron la fe por la quien consideran a la Madre milagrosa del Tepeyac.
La familia Flores Martínez, desde hace cuatro lustros han presentado su ofrenda por la fe a la Virgen María de Guadalupe, por los milagros que les ha concedido, desde antes de encontrarse con ella.
Martín Flores Martínez, monarca de la danza lakota, junto con sus siete hermanos han conformado un grupo de danzantes de la colonia El Refugio, quien de una forma devota danzan acompañados de sus hijos, sobrinos y nietos hasta llegar al altar más grande en donde surge la imagen de la Santa Madre.
El joven Martín, destacó que mientras tenga la fuerza para danzarle a la Virgen de Guadalupe, lo seguirá haciendo, asimismo, ya les está inculcando la devoción a sus dos hijos gemelos, los mismo hacen sus hermanos, Luis, Saúl, Álvaro.
Una vez que miles de fieles acudieron hasta el templo del Santuario, el arzobispo, Faustino Armendáriz, en su mensaje, se pronuncio por la paz en Durango y en todo el país, destacó la fe que debe permanecer entre todos los hijos de Dios.
El nuevo Arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, también les hizo saber los valores que la Virgen María Inculco a su hijo, ejemplo que todos debemos seguir para mantener una sociedad en armonía.
El Pastor de los católicos no dejo pasar la grandeza de la Virgen María de Guadalupe, quien a través de ella se logró la unión entre la cultura indígena y los españoles.
Asi la celebración de la Virgen de Guadalupe se extendió hasta el anochecer, con la procesión encabezada por el arzobispo Faustino Armendáriz quien nuevamente oficio misa en el Santuario.
Cabe destacar que el próximo 11 de octubre del 2020 estará concluido el nuevo templo del Santuario, en el marco del 400 aniversario de la Arquidiócesis de Durango.