Luego de reconocer el desorden que priva en los tianguis de la ciudad, con el ejemplo elocuente del gran mercado ambulante de la explanada de los Insurgentes, donde lamentablemente la gente no entiende y lejos de acatar las recomendaciones sanitarias “nos han tirado los cubrebocas, el director municipal de Inspección, César Rosales, señaló que sí existe un problema serio y que es necesario ante tal circunstancia, aplicar mano dura, independientemente de la exigencia de establecer una nueva estrategia para contribuir en el control de la pandemia.
El funcionario fue interrogado sobre las facultades de ésta área municipal para normar la operación de los tianguis. Explicó que por una parte, que no haya comerciantes foráneos, así como la sana distancia entre puestos y desde luego el cumplimiento de protocolos, gel y cubrebocas, sobre todo.
Cuestionado sobre el incumplimiento de las anteriores exigencias según el recorrido efectuado por El Sol de Durango en la zona, César Rosales admitió que sí existe un problema serio.
Empero, estima que la irresponsabilidad es de la comunidad. Detalla que en no pocas ocasiones, cuando se les ha entregado un cubrebocas, la respuesta ha sido arrojarlo al suelo, como manifestación de rechazo.
En términos generales, afirmó que existe una postura de desatención de un buen segmento de la sociedad, ante lo cual, dijo, evidentemente se hace necesario por un lado, el establecimiento de nuevas estrategias, pero también, la necesidad de aplicar mano dura, “porque la gente no entiende”.
Rosales Hernández hizo un llamado a la sociedad. Dijo que Inspección Municipal continuará haciendo su trabajo, sin embargo, reflexión como autoridad no serán suficientes las acciones que se desarrollen, si no se cuenta con la conciencia y colaboración comedida de la sociedad, misma que hasta ahora, en buen porcentaje, no ha contribuido.