El pasado jueves, el municipio de Tepehuanes amaneció con inundaciones severas en la mayor parte de su territorio, luego del desbordamiento del río que lleva el mismo nombre, situación que lo colocó en la lista de los municipios considerados en la declaratoria de emergencia solicitada ante la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Ante esto, su presidente municipal, Éder Raúl Gutiérrez Díaz, en entrevista para El Sol de Durango, señaló que una vez pasada la emergencia por la crecida del río y las lluvias que no cesaban, el sábado por fin bajó el nivel del agua en la cabecera municipal, lo que les permitió comenzar con algunas labores de limpieza, además de contabilizar los daños registrados.
Pese a ello al medio día del sábado, aún había diversas comunidades incomunicadas tras los derrumbes que se presentaron en los caminos rurales, “desde el día de ayer se les mandaron víveres, comida, despensas, agua embotellada y medicamento, pero sólo llegaron hasta la parte de arriba de la zona de Las Quebradas. De ahí en adelante está destruido el camino”, comentó el alcalde.
Asimismo, señaló que se cuenta con una máquina propiedad del Gobierno del Estado que realiza las labores de limpieza para abrir el acceso y poder ingresar con los apoyos a la localidad de San Rafael, la cual lleva incomunicada desde el viernes al medio día.
Asimismo, se cuenta con otras localidades en la parte de las cumbres, donde un aproximado de seis comunidades como La Bufa, San Gerónimo, El Purgatorio, entre otras están también sin una vía de comunicación, para llegar a un total de 12 que se encuentran incomunicadas que están en esta situación un día al darse los derrumbes.
“Allá no hay internet y es difícil comunicarse con ellos, tienen que subirse a las partes altas de la zona serrana para mandarnos información y aparte con la gente que ya mandamos para allá para que nos estén reportando”, dijo Gutiérrez Díaz.
Los primeros datos arrojan que solamente en el municipio de Tepehuanes, un aproximado de 600 personas resultaron damnificadas al perder sus pertenencias en medio de la inundación, sin embargo será a partir de este sábado cuando se comience a tener números reales de la situación, una vez que se lleve a cabo la revisión casa por casa.
Aunque durante la noche del viernes se alertó a los habitantes para que estuvieran alertas ante una probable crecida del río, luego de que no paraba de llover en la zona de Las Quebradas, fue gracias al apoyo de los elementos del Ejército Mexicano que se logró instalar varias barricadas para evitar que el agua saliera de su cauce.
De ahí que en este momento lo más urgente para la comunidad de Tepehuanes, Tamazula, Canelas y Topia, que resultaron con mayores afectaciones por el desbordamiento de ríos, se requieren víveres no perecederos, agua embotellada, cobijas, pañales, leche en polvo para los más pequeños, ropa, entre otros insumos.
Ya se organizan brigadas que salen a las comunidades para acercar los víveres, así como los equipos de limpieza que fueron entregados por el Gobierno del Estado.
Esto se suma a la situación financiera de los municipios, cuyas administración apenas están entrando y no se cuenta con recursos para invertir en estos momentos en obra pública “vamos a hacer las gestiones necesarias tanto en el Gobierno estatal, como federal para apoyar a estas familias; ya se hizo la declaratoria de emergencia y buscaremos la de desastre natural”, comentó el alcalde.
