Como si fueran dos polos opuestos, así se vivió el arranque de inmunización contra la Covid-19 del personal educativo en el estado de Durango. Largas filas se dejaron ver en los dos puntos de instalados para la vacunación, sin embargo mientras que en la Fenadu, punto de manera ágil los docentes y personal administrativo pasaba de manera ordenada a recibir la vacuna; en el Campo Militar 5 de mayo, la desesperación se apoderó de los maestros y maestras quienes por más tres horas no podían avanzar en la formación.
Edgar Luciano Alvarado, maestro de matemáticas de nivel secundaria dejó claro que la logística en la Fenadu fue buena, “es algo que estábamos esperando desde hace tiempo, estábamos con muchas ganas de que llegara el día. A mi cargo están 45 alumnos, la pandemia nos ha complicado todo, pero estamos seguros de que el regreso a clases se dará cuando el semáforo esté en verde y toda la población vacunada”.
Fue cerca de una hora y media la que el maestro de matemáticas estuvo en el módulo y señaló que en todo momento existió amabilidad por parte del personal y la orientación adecuada.
Con el paso de las horas el sol hizo estragos en los asistentes, las sombrillas, sombreros y chamarras para cubrirse de los rayos, formaban un arcoíris multicolor en las filas que por momentos parecieran interminables.
Claudia Aguilar, es maestra de 15 menores que asisten a preescolar en una de las zonas más recónditas del Mezquital. Ansiaba que llegara el día de la vacunación, “no tengo miedo, es un beneficio para nuestra salud, sobre todo porque tengo que estar frente a los niños y la vacuna me protege y evitamos causar algún problema de salud, los papás y niños me piden que regresemos a clases, pues en este más de año de pandemia han perdido habilidades para expresarse, pues el preescolar es la base de la educación. Yo los visto cada tres días a sus domicilios para revisar sus trabajos y despejar dudas, porque trabajamos con cuadernillos, pero el aprendizaje no es el mismo”.
Lleno de entusiasmo y con 30 años de experiencia frente a grupo principalmente de primer grado de primaria, Francisco Bringas, dijo estar preparado “ ya queremos regresar, ya es tiempo y esperamos que la vacuna sea suficiente para resolver el problema, los niños ya quieren regresar a clases, a convivir con sus compañeros, así que todos vamos a poner nuestro mayor esfuerzo”.
Y mientras todo era positivo en la Fenadu, en el Cuartel Militar 5 de Mayo las protesta y el descontento de los docentes estaba a la orden del día, señalan que no había buena coordinación pues la vacunación inició tarde y no como se había acordado “el ingreso sería por orden alfabético no se respetó”.
Los autos estacionados a orilla de la carretera e incluso sobre el camellón entorpecieron el tránsito. El camión de ruta bajaba y subía personas a mitad de la rúa, mientras los docentes formados a pleno sol mostraban su inconformidad.
A pesar de ello coincidían en no dejar su lugar pues la vacuna fue esperada por muchos meses y hoy no dejarán pasar la oportunidad.