Mujeres que llegan para solicitar apoyo psicológico y legal en el Instituto Municipal de la Mujer (IMM) presentan adicción a los medicamentos controlados, así lo dio a conocer la directora de la institución, Mina Argumedo García, quien señaló que al menos cinco de ellas refieren consumir pastillas como Diazepam sin una receta médica previa, de ahí que consideran un foco de alerta.
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Informó que es el Instituto la primera instancia a la que recurren estas mujeres, por lo que una vez que se hace el diagnóstico de la situación con la que llegan, los especialistas detectan la presencia de trastornos como ansiedad o depresión en la mayoría de ellas, quienes para inhibir sus efectos se ayudan de este tipo de fármacos sin que sean prescritos por algún médico.
Pese a ello, las pacientes desconocen que se trata de medicamentos controlados que a la larga tienen un efecto en su salud física y mental, pues no son consientes de que los riesgos “dicen yo necesito de esta pastilla para estar de mejor humor”, comentó la funcionaria municipal al detallar que es ahí donde se pueden percatar que se utiliza para sentirse bien y aliviar sus emociones, sin embargo no es recetado por un médico.
En su mayoría iniciaron el consumo del medicamento controlado porque se los recomendó algún familiar, amiga o vecina que también la toma y tiene acceso a estos porque sí tienen una prescripción médica y pueden surtirlas; en casos más extremos se dan a la tarea de conseguir las recetas por su cuenta para poderlas adquirir.
“Cuando alguien tiene ese medicamento y lo prueban, ven que tienen alguna mejoría lo empiezan a consumir sin responsabilidad”, dijo Argumedo García, al detallar que cuando los especialistas lo creen necesario, las pacientes son canalizadas al Instituto de Salud Mental para recibir un tratamiento farmacobiológico recetado por un psiquiatra y complementarlo con un proceso terapéutico.
Esto se hace con el fin de que lleven un proceso vigilado y no se hagan adictas al consumo de este tipo de fármacos, “esto es un foquito de alerta del cual tenemos que estar muy pendientes, sobre todo tener comunicación entre las dependencias, que no se brinden estas recetas sin tener un diagnóstico”, dijo.
Invitaron a todas aquellas mujeres que se encuentren en esta situación, acudir al Instituto Municipal de la Mujer, para que reciban un diagnóstico hecho por un especialista en salud mental y con ello prestarles la ayuda que necesitan.
“Sigue en aumento la depresión, la ansiedad, y por supuesto el consumo de alcohol y de algún tipo de sustancia aumenta la violencia al interior de las familias y la mujer no es la excepción”, comentó la directora del IMM, pues el tema económico también es un detonante de conflictos familiares que derivan en el consumo y adicción a los fármacos controlados.