Algunos maestros solamente los reciben en las aulas pero no se preocupan por enseñarlos, otros no tienen los capacitación para enseñar a personas con discapacidad.

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Las personas con discapacidad siguen enfrentándose a problemas de la discriminación y múltiples carencias para estudiar, quienes construyeron las escuelas no pensaron en este sector de la población, aseguró Abril Meraz Hernández, directora del Centro de Estudios para Invidentes A.C. quien dijo tienen que superar la barrera de la desigualdad.

La directora manifestó que actualmente tienen en el Centro de Estudios para Invidentes apenas 60 personas de diferentes edades, y están en espera de que se integren más, ya que la pandemia los alejo, pero continúan apoyándolos.

Manifestó que la sociedad no está lista para recibir a las personas con discapacidad, por ello tenemos que adaptarnos constantemente a los retos como lo son la falta de infraestructura urbana, la falta de conocimientos de la sociedad y de muchos maestros.

Asimismo agregó que la Asociación tiene el reto de brindarle las herramientas a las personas que padecen debilidad visual o que padecen ceguera, "tenemos que abrir camino para que cuando menos a las nuevas generaciones no sea tan complicado", finalizó.

Afirmó que tiene que abrir brecha en las instituciones educativas de todos los niveles, ya que lo máximo que se tiene en las escuelas son las rampas, sin embargo esto no es suficiente para las necesidades que existen.

Comentó que tienen que luchar con maestros que les niegan la educación, porque a pesar de que existe una ley que los protege, algunos catedráticos solamente los tienen en el salón pero no se preocupan por enseñarlos, piensan que por tenerlos en el aula es suficiente.

Los maestros no se han preparado, no han recibido la capacitación para enseñar al autista, al ciego, al débil visual… declaró la directora.

Puntualizó que en el Centro a su cargo, se ha podido integrar a ciegos y débiles visuales a las actividades cotidianas, sin embargo, la tarea no ha sido fácil por todo lo que implica, tan solo el tener banquetas en mal estado, ya es una dificultad y un reto caminar por ellas.