El año 2022 fue difícil para el campo duranguense pues las lluvias tardías provocaron no solo el retraso en las cosechas, sino también la muerte de miles de cabezas de ganado, lo que derivó en la pérdida de producción, así lo demuestran los números que presenta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sobre el sacrificio de ganado en rastros municipales, en donde advierte que hasta el mes de octubre, en Durango se habían sacrificado 29 mil 364 cabezas de ganado bovino, apenas el 72.7% de las cifras alcanzadas en el 2021.
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Y es que de acuerdo con el INEGI, mientras que en el 2021 Durango reportó una producción de 40 mil 349 cabezas de ganado bovino sacrificadas, hasta el mes de octubre; en el mismo periodo pero del año que recién acaba de concluir, se contabilizaron solamente 29 mil 364, lo que representa casi el 73% de la producción que se tenía en ese mismo periodo pero de un año atrás.
Esto impacta no solo en el nivel de producción de carne a nivel estatal, sino también en el de ingresos por este concepto, pues de 10 mil 624 toneladas de carne en canal alcanzadas hasta el décimo mes del año antepasado, lo que generó un valor total de 669 mil 997 pesos hasta entonces; para el 2022 apenas llegó a siete mil 327 toneladas de carne obtenidas de esta producción y con ello un valor de 507 mil 605 pesos, es decir, 24% menos que el conseguido anteriormente.
En Julio del año pasado, fue el propio representante de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), Rogelio Soto Ochoa, quien habló sobre la pérdida de 13 mil 500 cabezas de ganado debido a que hasta ese momento la lluvia no había llegado a todos los municipios, “esto tiene en riesgo al ciclo agrícola”, dijo en su momento el líder ganadero, quien aseguró que la inconsistencias en la caída de lluvia, así como el hecho de que no lloviera lo esperado repercutía en el campo.
Según el INEGI, el 2021 Durango cerró el año con un total de 47 mil 618 cabezas de ganado bovino sacrificadas en alguno de los rastros municipales cuyos números son registrados por este organismo; de estas se generaron 12 mil 433 toneladas de carne en canal de producción con un valor de producción estimada en los 789 mil 400 pesos.
No obstante para el 2022, con cifras hasta el mes de octubre, se tiene un registro total de 29 mil 364 cabezas, con una producción de 7 mil 327 toneladas de carne con un valor de 507 mil 605 pesos.
Estos números se ven reflejados en los altos costos de la carne de res, mismos que en tan solo un año tuvieron un incremento de entre el 40 y 50%, según informó el distribuidor y líder de la Cámara de Comercio del Sector Social, Teófilo Cháirez Ramírez, quien aseguró que al cierre del año pasado, el producto llegó a venderse hasta en 200 pesos el kilo de pulpa, mientras que aquellos que buscan los cortes finos, estos alcanzaron costos de entre 400 o 500 pesos.
En entrevista explicó que las grandes compañías distribuidoras de carne, junto con los centros comerciales engañan al público a través de carne inyectada, a la que ellos llaman “humectada”, sin embargo se desconoce qué tipo de sustancia se le agrega para hacerla aumentar su peso y hacerle creer al consumidor que se lleva más cantidad por un menor precio.
Reconoce que esto, además de ser algo ilegal, perjudica no solo la salud de quienes la consumen, sino también existe una competencia desleal con el comercio local, quienes en su mayoría ofertan el producto sin alteraciones, aunque a un costo más elevado por las condiciones en las que deben trabajar.