De enero a julio del presente año las precipitaciones pluviales en el estado disminuyeron en cerca del 50%. En la historia climática de Durango las sequías son relativamente frecuentes, esto significa que puede tenerse de 5 a 7 años buenos de lluvia, seguida de un periodo de ausencia de esta.
Víctor Hugo Randeles, jefe del Departamento de Meteorología e Hidrología de la Dirección Local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que el déficit de lluvia en la entidad es importante, debido a que este año el estiaje fue severo (temporada normal en la historia climática de Durango, que comprende los meses de febrero a mayo), agregó que dicho fenómeno no implica que exista sequía.
El meteorólogo señaló que de haber una temporada con anormalidad iniciaría a mitad del mes de junio, fecha en la que empiezan a presentarse las primeras lluvias de la temporada, ya que julio, agosto, septiembre y parte de octubre comprenden el ciclo de lluvia.
“A partir de la segunda mitad de junio se activan las primeras precipitaciones; julio y agosto son los meses que más llueve en la entidad, en este año cayó sólo el 60% de precipitación con un déficit del 40 al 30%, debido a que algunas zonas llovió más. El promedio de lluvia en el mes de junio son 62.4 mm (milímetros) y este 2019 sólo cayeron 38 mm, en julio y agosto llueve aproximadamente 117 a 120 mm, el mes de julio sólo registró de 72 a 80 mm de acuerdo a la zona, por tanto de enero a julio el déficit es cercano al 50% de precipitación”, resaltó el entrevistado.
De igual forma hizo hincapié que en la historia climática en Durango, las sequías son relativamente frecuentes, sin embargo lo hasta hoy acontecido no es histórico. Añadió que el estado no es el único que tiene el problema de falta de precipitación, ya que el fenómeno se presenta en la mayor parte del país.
Los pronósticos estacional del Servicio Meteorológico Nacional señalan que agosto, septiembre y octubre se prevén precipitaciones normales con tendencia hacia la alza, pudiendo llegar al 85%, sin embargo hasta el momento los pronósticos a corto plazo de 10 a 15 días, señalan que es difícil que llegue la lluvia, a reserva de la zona sierra y en forma dispersa en valles y llanos. Mientras que los municipios del norte y semidesierto la prevalida de precipitación en los próximos ocho días es casi nula. Por tanto los pronósticos estiman que en la segunda quincena de agosto se puede reactivar la precipitación en la entidad.
En cuanto a las presas, el jefe del Departamento de Meteorología e Hidrología explicó que en promedio se encuentran al 68.5% de su capacidad, siendo la Santiago Bayacora con 80% la que hasta el momento cuenta con la mayor cantidad del vital liquido; seguida de la Francisco Villa con un 73%; Caboraca al 64%; Guadalupe Victoria 57%; y Peña del Águila con 42.6 en promedio.
La presa que nutre la región Laguna llamada Lázaro Cárdenas, mejor conocida como El Palmito, se encuentra al 49% de su capacidad. En comparativa con el promedio histórico se encuentran arriba de la media, lo que deja claro que el ciclo agrícola para la zona de riego está garantizado para esta temporada, y el peligro latente es para los cultivos de temporal.