Donde pone el ojo pone la bala

A sus 32 años, Leidy ha superado obstáculos dentro de la Policía Estatal y va por más

Mario Alberto Contreras | El Sol de Durango

  · sábado 7 de marzo de 2020

Foto: Carmelo Alvarado | El Sol de Durango

Aunque admira a sus compañeras casadas y que atienden a sus hijos, Leidy, tiene su objetivo muy claro, continuar en la Policía Estatal y por lo pronto ascender al grado de Inspector.

Leidy Anabel Rojas Carrillo, es una de las decenas de mujeres que forman parte del estado de fuerza de la Policía Estatal (PE) de Durango y su pasión por ser policía le ha valido para ganar el primer lugar en tiro con fusil G-3, de ese que usan los soldados y que desde 2010, se los entregaron también a los civiles.

Con una estatura de aproximadamente 1.80 metros, facciones finas, de tez morena clara, y enfundada en un uniforme de gala de la corporación a la que pertenece, la oficial de la PE cuenta que tiene 10 años en uno de los trabajos de mayor riesgo.

Ella egresó en la cuarta generación de la agrupación policiaca creada en el sexenio de Ismael Hernández Deras, por ahí del año 2011, cuando todavía estudiaba en la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), pero que debido al trabajo que ya había conseguido tuvo que abandonar para después estudiar la misma carrera pero ahora en el Instituto Alejandría.

Detrás de un escritorio, en una oficina que acondicionaron para la entrevista, ella cuenta que desde niña siempre le llamó la atención el servicio de la seguridad, atender a las personas que lo necesitan, cuidar a su familia, pero también vigilar la seguridad de las demás.

Por eso, un día mientras se arreglaba para irse a la Facultad, escuchó un comercial en la televisión, en el que invitaban a incorporarse y salió de prisa para pedir información en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), que en ese entonces estaba en las exinstalaciones de la feria.

Foto: Carmelo Alvarado | El Sol de Durango

Aunque por muchos años a la mujer se le ha considerado como débil, Leidy puede presumir con orgullo que a sus 32 años tiene un reconocimiento otorgado por uno de los generales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues en un curso de capacitación para uso del fusil G-3, de ese que cargan los militares, obtuvo el primer lugar en tiro y uso del mismo.

Sin embargo ganar ese “papelito” le costó estar un mes en el campo de entrenamiento ubicado en El Vergel, un pueblo del estado de Chihuahua, extrañando a su familia, principalmente a su madre, quien desde los 28 años quedó viuda.

Aunque reconoce que ser policía implica estar mucho tiempo fuera de casa, y a veces convivir más con los compañeros de la agrupación que con su propia familia, a Leidy Rojas, le apasiona y hasta el momento no piensa en casarse o tener hijos, si no ascender en lo inmediato al grado de Inspector y porque no, a secretaria de Seguridad Pública.

Foto: Carmelo Alvarado | El Sol de Durango

Leidy, es la mayor de cuatro hermanos, sus dos hermanas profesionistas también, una en la carrera de comunicación y otra en Ingeniería Civil, además de su hermano de apenas 16 años, deben sentirse muy orgullosos de ella, pues incluso el menor de ellos pretende seguir sus pasos ya que solo espera egresar de la preparatoria para estudiar criminología e incorporarse a la Policía Estatal o cualquier otra agrupación de seguridad.

Su madre, quien ahora tiene 59 años de edad y es empresaria, sacó adelante a sus cuatro hijos ella sola, a quienes desde niños los ha apoyado en sus sueños, y más a ella, quien apenas pasados los 20 años decidió unirse a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), justo en uno de los años más violentos de Durango, cuando los cárteles de la droga se disputaban el territorio para el trasiego.

A su paso por la PE, ha estado en patrullaje, después se cambio al cuerpo de seguridad ejecutiva y protección a funcionarios, en donde permaneció cinco años, luego dejó ese espacio para certificarse como primer respondiente.

Una vez que egresó de dicho diplomado, en el que aprendió a resguardar una zona de delito, trabajo que principalmente hacen los ministerios públicos, estuvo como maestra de la academia.

Posteriormente la postularon como comisionada del área operativa, en donde apenas duró tres meses. Pero desde hace seis, está como comisionada del área de vinculación y enlace ciudadano, la parte bonita de la policía, pues es ahí en donde tienen el acercamiento directo con los ciudadanos, dan pláticas en las escuelas y aconsejan a los padres de familia sobre cómo cuidar a sus hijos.

Foto: Carmelo Alvarado | El Sol de Durango

Su carrera va en ascenso, y es que este año también ganó el primer lugar como abanderada de la escolta de la SSP, en el Concurso Estatal de Escoltas de Banderas, en donde además, todas las integrantes del cortejo al lábaro patrio ganaron el primer lugar.

Entre las satisfacciones que le ha dado ser policía es la detención de tres ladrones que operaban en la zona del Ciprés, Jardines de Durango, Tres Misiones, José Ángel Leal y sus alrededores.

Pues en una ocasión detuvieron a tres sujetos que luego de las investigaciones a cargo de la Fiscalía General del Estado (FGE), se descubrió que eran parte de una banda de rateros que operaban en esa zona y otras de la ciudad.

A pesar de ser mujer, su mirada y la emoción con la que platica sus historias, da la impresión de que al interior de la PE no hay distingos entre hombres y mujeres, ya que recuerda que cuando dos de sus compañeros fueron asesinados en el municipio de Mezquital por un grupo de presuntos sicarios, al igual que todos los demás sintió ganas de partir inmediatamente a dicha demarcación para encontrar a los delincuentes.

Eso según cuenta, es de los momentos más tristes que ha vivido en su carrera como agente estatal.

El pensamiento más común de la sociedad es que las mujeres aspiran a encontrar un esposo, tener hijos, sin embargo para Leidy ese objetivo ahorita no es su prioridad, porque tiene en la mira, ser Inspector y seguir creciendo en la corporación.

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