Cómo cada 8 de Julio se conmemoró el aniversario de la ciudad de Durango, en esta ocasión la esquina que forman las calles Juárez y 5 de Febrero fue testigo de un festejo diferente, pocos invitados, cubrebocas y mascarillas en los rostros de funcionarios e invitados se hacían notar, sin abrazos y saludos a la distancia fue como inició la sesión solemne de Cabildo.
Una celebración que a 457 años recordó como Durango ha vivido en una lucha constante.
Fue el cronista de la ciudad, Javier Guerrero quien en un breve recuento contó cómo un 8 de julio de 1563 se fundó la Villa de Durango, capital de la Nueva Vizcaya.
Al dar lectura al bando solemne, el presidente municipal Jorge Salum del Palacio, reconoció el esfuerzo que día a día los duranguenses realzan para sacar adelante a la ciudad, una tierra de mujeres y hombres tenaces y honestos que con su dedicación honran a la también llamada tierra de los alacranes.
Con el llamado a guardar silencio durante un minuto, el gobernador del estado, José Rosas Aispuro Torres, enalteció a las personas que han dejado su vida en aras de proteger la del resto de la población, momento que conmocionó a los asistentes ya que el recuento de la pandemia que azota al estado y el mundo entero no pasó desapercibida.
El mandarino estatal llamó a la ciudadanía a cerrar filas y frenar la velocidad de contagios en la ciudad y el estado, mediante las medidas de sanidad que la autoridad indica, “es un tiempo difícil, pero con unidad saldremos adelante”, dijo.
En sus 457 años Durango ha sufrido el embate de Cólera, Viruela, Tifo, Peste, Fiebre Española y ahora el Covid-19, ante ello tanto el alcalde, como el gobernador, lanzaron el llamado a la población a ser prudentes y evitar en lo máximo posible salir de casa.
Con el corrido de Durango que resonó en el corazón de la ciudad se dio por terminado un acto que marca históricamente a los durangueños y los hace parte de la historia.