El silencio reina en la catedral de Durango pero el sonido de unos fuertes pasos irrumpen en el recinto, se abre la puerta de la iglesia y entra el sacristán, el guardián del templo que llega desde temprana hora para prepararlo todo antes de la primer misa.
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Seguramente has escuchado las campanadas de la catedral, ese sonido tan peculiar y antiguo, pero ¿Sabes quién es el encargado de esta labor? Se trata del sacristán, aquí te contamos sobre las funciones que debe realizar y como es que este oficio ha perdurado a lo largo de los años.
El origen del sacristán en la iglesia católica
Desde tiempos antiguos se dice que el sacristán es aquella persona a quien se le confiere el cuidado de la sacristía, la iglesia y su contenido, se encarga del cuidado de las vestimentas y objetos sagrados de la liturgia. Además debe dar mantenimiento a los elementos sagradas que se usan para el culto de Dios, así como la conservación de la iglesia.
De acuerdo con la iglesia católica, el sacristán también debe tener disposición para realizar cualquier actividad que se requiera para preservar en buenas condiciones las instalaciones de los recintos, como lo son las labores de limpieza en general.
Jorge Marez Sosa, actual sacristán de la Catedral de Durango, se ha dedicado con amor y vocación a este oficio gran parte de su vida. Señala que es un trabajo que le ha dejado grandes satisfacciones pero sobre todo aprendizajes al servir al prójimo.
Durante un día de su jornada lo primero que suele realizar es orar, encomendar su jornada a Dios, posteriormente comienza a colocar y prender las velas del altar, retirar las flores secas y colocar las nuevas, prepara en la credenza el Misal y lo que se empleará durante la celebración, luego instala y prende el micrófono, pone el leccionario en el ambón y lo deja listo en donde corresponde; pone en el atril la hoja de las peticiones y prepara las vestiduras del sacerdote según el color que corresponde.
Él sabe qué elementos se requieren cuando hay bautismos, matrimonios, primeras comuniones, y celebraciones especiales, como en Semana Santa "en las que hay que cuidar muchísimos detalles", destaca.
"Además de preparar la misa, también debo realizar la limpieza de la catedral, como barrer, recoger, sacudir las bancas y reclinatorios, apagar y quitar las veladoras gastadas", indica Jorge Meraz.
El sacristán conoce el lugar de que cada elemento y articulo que se emplea en la vida diaria de la iglesia, en qué mueble, en qué estante, junto o debajo de qué debe ir cada cosa. Conoce hasta el último rincón de la sacristía, "como la palma de su mano", señala entre risas.
Cuando llega el párroco, Jorge debe ayudarlo a revestirse y durante la celebración, tiene que estar atento para resolver cualquier imprevisto, como cambiar a toda prisa la pila del micrófono, proporcionar lo que necesite el sacerdote o simplemente ajustar el equipo de sonido e iluminación para que todos los fieles puedan disfrutar de la misa.
Pero sin duda una de las funciones más emblemáticas del sacristán es tocar las campanas de la iglesia para llamar a los fieles a la misa.
Una gran virtud del sacristán es la paciencia, la cual ejerce constantemente para asistir con amabilidad a todos los fieles que asisten a la catedral.
¿Con cuántas campanadas se llama a misa?
Las campanadas se conocen como señales y se dan tres, la primera media hora antes del inicio de la celebración religiosa, la segunda un cuarto de hora antes y la tercera un minuto antes, según indica Gerardo Juárez Loera, guía del Museo de Arte Sacro de la Catedral de Durango.
Históricamente, las campanas están asociadas con los rituales religiosos y requieren de un mantenimiento especial como cambiar los badajos y las cuerdas para que tengan un sonido suave.
El sacristán además de conocer los horarios de las misas y dar las campanadas a tiempo debe procurar que estén todas las cosas necesarias acomodadas en su sitio, limpias y listas para usarse, como las hostias, vino, agua, etcétera.
Gerardo Juárez ha dedicado gran parte de su vida a servir al señor y forma parte de los trabajadores de la iglesia católica. Inició siendo sacristán a los 18 años de edad, sin embargo actualmente es el encargado de dar el recorrido a todos los visitantes del Museo.
Juárez destaca que para ser sacristán propiamente debe ser un sacerdote, "antiguamente se le llamaba sacristán mayor al párroco de la iglesia y se le define como la persona que realiza una actividad sagrada.
Para el año de 1926 y parte del 1960 se sigue usando el término sacristán mayor,. y el sacristán mayor es el sacerdote; el padre encargado de la catedral. Un sacristán tiene que ser un canónigo; es aquel que ejerce las leyes, y ser el brazo derecho del arzobispo u obispo", destaca.
Respecto a si las mujeres pueden desempeñar este oficio, Gerardo dijo que la iglesia catolica no lo considera como una labor propia para ellas, "ya que dentro de la iglesia las mujeres tienen otras actividades a realizar, como lavar y planchar la ropa del sacerdote", destaca entre sonrisas.
¿Qué se necesita para ser sacristán?
- Prestar atención a los detalles
- Conocer el vocabulario y la práctica sacristía
- Conocer el contenido y las normas de los principales libros litúrgicos
- Tener una comprensión de las complejidades del calendario litúrgico
- Ayudar a los sacerdotes y / o diácono preparando libros, ropa, vasos y ornamentos para la misa.
- Preparación de los altares de la Iglesia para todos los días y el domingo liturgias.
- Depositar las plantas, las flores y todas las decoraciones.
- El mantenimiento de los altares, lugares de oración, confesionarios, sacristía y por la limpieza, quitar el polvo, pulido, y pasar la aspiradora.
- Cambio de ropa de cama de altar
Para los sacristanes una de las cosas más satisfactorias de ese oficio es el trato con la gente. Por lo general, es muy respetuoso y enriquecedor, coinciden los entrevistados.
