Al medio día, 300 de los 500 trabajadores del Poder Judicial de la Federación pararon actividades en el estado de Durango, esto como parte de las manifestaciones que se realizan a nivel nacional como parte de la negativa a la reforma que plantea la elección de jueces, magistrados y ministros a través del voto popular.
- Te puede interesar: Trabajadores del PJF se van a paro indefinido de labores en todo México
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación, Roberto Ozuna, aseguró que solo permanecerán en operación aquellas actividades consideradas como urgentes como las relacionadas con la libertad de las personas y con la salud, el resto frenará actividades hasta en tanto no se frene la aprobación de dicha modificación al Poder Judicial del país.
Aunque aún se desconoce si habrá manifestaciones públicas o marchas en las calles de la ciudad de Durango, no descartan la posibilidad de salir a la calle para manifestar su inconformidad e informar sobre los riesgos que implica esta reforma a la población.
Minutos antes del inicio del paro laboral, se realizó un pronunciamiento a las afueras del edificio que alberga a los juzgados federales en la ciudad de Durango, para fijar su postura en contra de la iniciativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en donde descalificaron los diálogos organizados para analizar la reforma judicial, ya que estos se realizaron en un contexto poco crítico y utilizado como un espacio de reproches sin sustentos.
Fue el magistrado de Circuito, Marco Antonio Meneses, quien argumentó que nunca se ha comprobado de manera fehaciente la corrupción del Poder Judicial, y el voto popular no es un mecanismo de saneamiento a la función judicial.
“Jamás se dio prueba alguna de la generación de la corrupción en el Poder Judicial, ni se explicó el costo de una votación para elegir a las personas juzgadoras, ni cómo se separaría el poder político de la función judicial y así lograr el supuesto acercamiento de la justicia al pueblo y no con los entes de poder que intervendrían en el Poder Judicial”, comentó.
Por lo que calificaron como una simulación a los diálogos organizados por quien es juez y parte en el proceso, “se convirtió en el ilustre teatro del absurdo”, remató al decir que solo simularon escuchar los argumentos contrarios ya que los congresistas promotores de la reforma permanecieron “en modo de escucho y no oigo”, ya que los rumores indican que en septiembre habrá de aprobarse la reforma.
“Quienes impulsan la reforma judicial no están dispuestos al análisis crítico, eso debe quedar claro para todos”, dijo Marco Antonio Meneses, al referir que el modelo de voto popular implica la existirá una politización de los juzgadores al competir ante un electorado que desmotivado y ajeno a la actividad de la función judicial, no les quedará más que asociarse con la agenda partidista e turno para convencer al grueso de los votantes, solo importará qué tan popular sea.