Con un presupuesto reducido exponencialmente durante los últimos años, de tal forma que para 2023 presenta una proyección financiera por el orden de los 700 mil pesos según el presupuesto autorizado por el Congreso del Estado, en el Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (Ismed) se mantiene la esperanza de que la cifra antes citada no sea definitiva y que a partir de la reingeniería en que se encuentra este esquema sanitario, haya más recursos para atender una problemática severa que refiere un alto porcentaje de duranguenses que padecen, incluso en algunos casos sin saberlo, una depresión profunda, circunstancia ligada a los casos de suicidio que cada vez presenta números récord en la entidad.
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Así lo manifestó Soledad Ruiz, directora del Ismed, quien destacó que en relación al sexenio anterior, el presupuesto anual para 2023 del Instituto de Salud Mental presenta una reducción del 50 por ciento, cuando de 1.5 millones de pesos, en este ejercicio que inicia contará con una cifra que apenas alcanza los 700 mil pesos.
Sin embargo, Soledad Ruiz alberga la esperanza de que las proyecciones modifiquen. Explica la funcionaria que tanto el gobernador Esteban Villegas, como la titular de la Secretaría de Salud de Durango (SSD), Irasema Kondo, conocen con detalle de la circunstancia crítica de la salud mental de los duranguenses y están interesados por atenderla.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, la funcionaria explicó que se trabaja en una reingeniería a partir de la conjugación de esfuerzos que debe haber entre el Gobierno federal, es decir, la Secretaría de Salud y el Gobierno estatal con sus instancias sanitarias, para establecer bases sólidas y comenzar a atender una problemática que hoy simplemente no se atienda, como lo es la salud mental de los duranguenses, al grado que alrededor del 30 por ciento de los duranguenses, algunos 600 mil, sufren hoy en día algún nivel de depresión.
Al respecto, Ruiz Canaán señaló que para comenzar una atención adecuada a la población ante la problemática que se vive, partiendo de que la salud mental es tan importante como alimentarse, se requiere de un presupuesto del orden de los 15 millones de pesos, contemplado de manera integral el trabajo que desarrolla el Instituto de Salud Mental.
La directora del ISMED reconoce la insuficiencia del presupuesto 2023, pero considera que el inicio de una nueva administración es también la oportunidad de demostrar con hechos, "que la condición de depresión que priva en Durango sí interesa y que será atendida, que se trata verdaderamente de una prioridad y que contará con la voluntad política para comenzar una etapa diferente en la citada situación, porque si no hay salud mental, no hay salud política, ni salud física, simplemente no hay salud en ningún terreno", concluyó.