Enclavado en la Sierra Madre Occidental en Durango se encuentra un parque natural llamado Mexiquillo, el favorito de muchos para disfrutar en familia, pareja o con amigos, y ser parte de sus aventuras y testigos de sus escenarios ¡de película!. Mexiquillo es sin duda un auténtico paraíso que conquista los corazones de quienes buscan una escapada inolvidable.
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A su vez, en este santuario de naturaleza se encuentra otro espacio al que se le denomina Jardín de Piedras, un amplio espacio con múltiples rocas, y por ello precisamente su nombre.
“Jardín de Piedras, una zona conocida por sus formaciones rocosas que llegan a superar los ocho metros de altura y en donde puedes explorarlas haciendo rappel o escaladas”, se escribió desde la cuenta de Facebook de Turismo Durango, donde se presumió esta otra maravilla duranguense.
Según su historia, estas enormes e imponentes piedras resultaron de la magma que cubrió esta zona hace millones de años. Dicen que llegar a este lugar es como transportarse a otro mundo.
“Según los expertos, su historia data de hace millones de años, cuando la tierra fue tapizada de magma. Pero el resultado de sus formaciones encuentra su explicación en la erosión del viento, que se encargó de pulir cada monolito, mismos que se exploran escalando o a rapel”, explica La Secretaría de Turismo del Gobierno del estado en sus plataformas.
Se tendría que viajar en el tiempo, específicamente a la prehistoria, para comprender cómo se formó este lugar que hoy en día es parte del turismo duranguense.
Trasciende que estas formaciones están compuestas por roca ígnea y con riolita, aunque en menos cantidad. También podrás maravillarte con algunas formaciones de basalto y roca plutónica.
Ubicación: Se puede llegar a Mexiquillo, tomando la carretera Durango-Mazatlán, en dirección a La Ciudad, localidad de Pueblo Nuevo; se encuentra en el kilómetro 145.