/ miércoles 21 de octubre de 2020

Duranguense, la primer mexicana en obtener la beca "Monbukagakusho" de Japón

Dicha beca la otorga el gobierno de Japón a los estudiantes más destacados de todo el mundo

Esfuerzo, disciplina y constancia, son tan solo algunas de las cualidades que describen a Karla Paola Amaya Chairez, una joven duranguense que actualmente radica en Tokio, Japón, donde cumplirá su sueño de estudiar diseño de modas.

Para El Sol de Durango, la joven relata como fue que logró abrirse camino en un mundo académico bastante competitivo, y así posicionarse como la primer mexicana en obtener la beca "Monbukagakusho", la cual otorga el gobierno de Japón a los estudiantes más destacados de todo el mundo.

Originaria de Durango, México, Karla soñaba desde muy pequeña con algún día poder conocer esta gran nación, debido, principalmente, a la influencia que tuvo en su vida el animé japonés, este universo pronto la cautivó y sembró en ella la inquietud de adentrarse más en su cultura, tradiciones y costumbres.

Con el tiempo, la joven se volvió cosplayer; el cosplay es una especie de moda representativa de Japón, donde los participantes, también llamados cosplayers, usan disfraces, accesorios y trajes que representan a un personaje específico o una idea.

Ella misma comenzó a confeccionar todos sus atuendos y accesorios para ejecutar lo más parecido posible su idea. Durante la secundaria estuvo en el taller de costura y confección, donde realmente desarrolló su pasión por construir sus trajes.

Foto: Cortesía | Karla P. Amaya

Aunado a esto, tomó un curso en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde radicaba una de sus tías, en el que una maestra la ayudó a perfeccionar su técnica y desarrollar nuevas habilidades, lo que más tarde le permitiría ejecutar piezas bastante pulcras.

Cuando Karla ingresó a la Universidad Tecnológica de Durango (UTD) en la ciudad capital, la intensidad de su deseo comenzó a disminuir debido a las múltiples tareas y responsabilidades que adquirió en esta etapa estudiantil.

Pero por asares del destino en 2016, cuando Karla tenía 20 años de edad, comenzó a investigar acerca de las becas que brindaba el gobierno japonés a los mexicanos y se encontró con "Monbukagakusho", una convocatoria del gobierno a través de la Embajada de Japón en México, la cual cubre todos los gastos de los estudiantes extranjeros durante su estancia en este país, así como el pago completo de la Universidad.

Foto: Cortesía | Secretaría de Relaciones Exteriores

Dicha beca tenía como límite de edad los 20 años, por lo que entusiasmada comenzó a prepararse y decidió viajar a la Ciudad de México para presentar los exámenes requeridos, pero no los pasó, en sus propias palabras por que "ese año no estudié lo suficiente".

Esta situación le rompió el corazón, ya que no podría llegar a Japón a través de dicha beca, pero no dejó de persistir en su meta y decidió redoblar esfuerzos, aunado a su disciplina como estudiante y el hecho de que siempre ha sido autodidacta.

Comenzó a tomar un curso extracurricular para dominar el idioma inglés, y a la vez como pasatiempo también estudiaba japonés.

En 2017, se graduó de la UTD y comenzó a buscar diferentes opciones para estudiar en Japón, pero todas eran bastante costosas, "la pura escuela me costaba 200 mil pesos, más vivienda, transporte, más comidas y el avión", señala.

Así que decidió empezar a trabajar para ahorrar lo suficiente y poder mudarse al continente asiático, pero debido a que los sueldos son muy bajos en Durango, le tomaría aproximadamente cuatro años poder trasladarse, según relata.

Pero a finales de 2018, se percató que el límite de edad para la convocatoria de la beca "Monbukagakusho" se había ampliado a los 25 años, esto no solo lo tomó como una señal de la vida, sino que estructuró un plan de estudio para aprovechar esta última oportunidad.

Karla Paola señala que tuvo que volver a estudiar todo el curso de preparatoria, en especial matemáticas e inglés, pero también japonés, ya que estos exámenes se aplican a nivel mundial, y no solo compite con estudiantes mexicanos, sino de otros países como China, Vietnam, Estados Unidos, entre otros.

Su preparación finalizó en junio de 2019, cuando de nueva cuenta y con el "corazón en la mano", la duranguense presentó los exámenes de admisión.

Al salir de la aplicación Karla decidió relajarse y pasear por la Ciudad de México acompañada por su mamá. Una hora después recibió un correo por parte de la embajada en el que se leía: "Usted ha pasado la primera etapa de exámenes, por favor venga mañana la entrevista, prepare sus documentos".

Al día siguiente acudió al segundo filtro, que son las entrevistas, en las que se encuentran un representante cultural de Japón, la encargada del área de becas de la embajada y dos personas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).


Horas más tarde le avisaron que había aprobado esta etapa del proceso y la embajada le solicitó algunos documentos como exámenes médicos, para armar su expediente y enviarlo a Japón, donde finalmente tomarían la decisión si darle o no la beca.

Tras una espera de casi siete meses, el 31 de enero de 2020, a las 17:00 horas Karla Paola recibió un correo en el que le informaban sobre su beca. "Estimada Karla, le informo que el gobierno de Japón ha decidido otorgarle la beca", tras leer estas líneas la joven se quedó en shock, asegura que el momento no fue como lo había imaginado, pero sintió un alivio, después de tanto esfuerzo y sacrificios lo había logrado.

El 10 de septiembre, partió a Japón Karla Paola Amaya Chairez, nuestra primera becaria del programa de Escuela de...

Publicado por Embajada del Japon en Mexico en Viernes, 11 de septiembre de 2020

Su salida a Japón estaba programada para abril del año 2021, debido a la contingencia del Covid-19. Sin embargo, la embajada se contactó con ella el 2 de septiembre para darle la noticia que la siguiente semana se iría de intercambio.

La noticia cambió sus planes, pero emocionada comenzó a organizarse para estar lista y vivir esta nueva experiencia. El gobierno japonés le otorgó un permiso especial a través del consular Japón en México para ingresar al país.

Tras una despedida emotiva de su familia, Karla tomó el vuelo y ahí fue cuando se dio cuenta que terminaba México y empezaba su sueño.

En México, le realizaron una prueba de Covid-19, pero al llegar a Japón le hicieron otra, la cual salió negativa, aún así debía cumplir una cuarentena del 12 al 27 de septiembre, en un hotel donde se encontraban otros estudiantes extranjeros, y todos los días les tomaban la temperatura a las 08:30 y 18:30 horas.

Foto: Cortesía | Karla P. Amaya

Una vez concluido el periodo de cuarentena, la joven fue trasladada por parte de las autoridades educativas japonesas a la residencia que será su hogar durante tres años.

Hasta el momento sus choques culturales han sido en cuanto a las reverencias que realizan los japoneses, "las hacen para todo, cuando van a cruzar enfrente de ti, al pasar por un lado o al ingresar a algún lugar", dice Karla.

Otro aspecto de su cultura que la ha sorprendido positivamente es el servicio al cliente, "es muy diferente a México, las personas, los trabajadores realmente buscan servirte y ayudar", relata que el trato en los comercios siempre es servicial.

La tecnología es algo que definitivamente ha impresionado a la duranguense. Pero sin duda lo que más destaca del país nipón es la empatía y responsabilidad de los japoneses, todos se cuidan unos a otros al respetar la sana distancia y usar el cubrebocas. Incluso los autobuses se inclinan para darle oportunidad a los pasajeros que bajen y suban sin peligro, además el chofer va narrando la ruta y paradas para que las personas invidentes y adultos mayores no se les dificulte conocer la ruta.

La beca que obtuvo Karla Paola es en la Escuela de Formación Especializada "Monbukagakusho", con una duración de tres años. Durante el primero estudiará el idioma japonés en el Bunka Institute of Language.

Foto: Cortesía | Bunka Institute of Language

Al concluir, podrá realizar la carrera de diseño de modas en la escuela Sugino Gakuen Doreme. Sus planes durante su estancia es principalmente disfrutar la experiencia y estudiar todo lo que pueda.

La duranguense señala que en este punto de su vida ya no ve límites, por lo que le gustaría incursionar al área de la cinematografía, específicamente en diseño de vestuario artístico, "me gustaría trabajar con Guillermo del Toro, y por qué no, hasta ganar un Oscar", dice sonriente.

Finalmente, Karla Paola envió un mensaje a los jóvenes duranguenses, aconsejó a todos aquellos que busquen mudarse a otro país, que se preparen académicamente, pero también que trabajen en su persona, "es muy importante trabajar en uno mismo, al ir al psicólogo y enfrentarnos a nosotros mismos. Conocer cuáles son mis limitaciones y puntos débiles, para estar consientes de ellos y poder afrontarlos".

Dijo que para poder hacer este tipo de cambios tan grandes "debes conocerte mucho. Cuídate, quiérete, conoce y sobre todo planea realmente lo que quieres".

"Sea cual sea tu sueño o meta, debes saber que no hay un tope para esto, te va a costar y vas a sacrificar muchas cosas, pero va a valer la pena. Puedes intentarlo y equivocarte, y volver a intentarlo otra vez", finalizó.

Definitivamente Karla es una duranguense destacada que una vez más nos demuestra que los limites solo están en nuestra mente. No le perderemos la pista, porque estamos seguros que logrará poner el nombre de México aún más alto.

Foto: Cortesía | Karla P. Amaya





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Esfuerzo, disciplina y constancia, son tan solo algunas de las cualidades que describen a Karla Paola Amaya Chairez, una joven duranguense que actualmente radica en Tokio, Japón, donde cumplirá su sueño de estudiar diseño de modas.

Para El Sol de Durango, la joven relata como fue que logró abrirse camino en un mundo académico bastante competitivo, y así posicionarse como la primer mexicana en obtener la beca "Monbukagakusho", la cual otorga el gobierno de Japón a los estudiantes más destacados de todo el mundo.

Originaria de Durango, México, Karla soñaba desde muy pequeña con algún día poder conocer esta gran nación, debido, principalmente, a la influencia que tuvo en su vida el animé japonés, este universo pronto la cautivó y sembró en ella la inquietud de adentrarse más en su cultura, tradiciones y costumbres.

Con el tiempo, la joven se volvió cosplayer; el cosplay es una especie de moda representativa de Japón, donde los participantes, también llamados cosplayers, usan disfraces, accesorios y trajes que representan a un personaje específico o una idea.

Ella misma comenzó a confeccionar todos sus atuendos y accesorios para ejecutar lo más parecido posible su idea. Durante la secundaria estuvo en el taller de costura y confección, donde realmente desarrolló su pasión por construir sus trajes.

Foto: Cortesía | Karla P. Amaya

Aunado a esto, tomó un curso en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde radicaba una de sus tías, en el que una maestra la ayudó a perfeccionar su técnica y desarrollar nuevas habilidades, lo que más tarde le permitiría ejecutar piezas bastante pulcras.

Cuando Karla ingresó a la Universidad Tecnológica de Durango (UTD) en la ciudad capital, la intensidad de su deseo comenzó a disminuir debido a las múltiples tareas y responsabilidades que adquirió en esta etapa estudiantil.

Pero por asares del destino en 2016, cuando Karla tenía 20 años de edad, comenzó a investigar acerca de las becas que brindaba el gobierno japonés a los mexicanos y se encontró con "Monbukagakusho", una convocatoria del gobierno a través de la Embajada de Japón en México, la cual cubre todos los gastos de los estudiantes extranjeros durante su estancia en este país, así como el pago completo de la Universidad.

Foto: Cortesía | Secretaría de Relaciones Exteriores

Dicha beca tenía como límite de edad los 20 años, por lo que entusiasmada comenzó a prepararse y decidió viajar a la Ciudad de México para presentar los exámenes requeridos, pero no los pasó, en sus propias palabras por que "ese año no estudié lo suficiente".

Esta situación le rompió el corazón, ya que no podría llegar a Japón a través de dicha beca, pero no dejó de persistir en su meta y decidió redoblar esfuerzos, aunado a su disciplina como estudiante y el hecho de que siempre ha sido autodidacta.

Comenzó a tomar un curso extracurricular para dominar el idioma inglés, y a la vez como pasatiempo también estudiaba japonés.

En 2017, se graduó de la UTD y comenzó a buscar diferentes opciones para estudiar en Japón, pero todas eran bastante costosas, "la pura escuela me costaba 200 mil pesos, más vivienda, transporte, más comidas y el avión", señala.

Así que decidió empezar a trabajar para ahorrar lo suficiente y poder mudarse al continente asiático, pero debido a que los sueldos son muy bajos en Durango, le tomaría aproximadamente cuatro años poder trasladarse, según relata.

Pero a finales de 2018, se percató que el límite de edad para la convocatoria de la beca "Monbukagakusho" se había ampliado a los 25 años, esto no solo lo tomó como una señal de la vida, sino que estructuró un plan de estudio para aprovechar esta última oportunidad.

Karla Paola señala que tuvo que volver a estudiar todo el curso de preparatoria, en especial matemáticas e inglés, pero también japonés, ya que estos exámenes se aplican a nivel mundial, y no solo compite con estudiantes mexicanos, sino de otros países como China, Vietnam, Estados Unidos, entre otros.

Su preparación finalizó en junio de 2019, cuando de nueva cuenta y con el "corazón en la mano", la duranguense presentó los exámenes de admisión.

Al salir de la aplicación Karla decidió relajarse y pasear por la Ciudad de México acompañada por su mamá. Una hora después recibió un correo por parte de la embajada en el que se leía: "Usted ha pasado la primera etapa de exámenes, por favor venga mañana la entrevista, prepare sus documentos".

Al día siguiente acudió al segundo filtro, que son las entrevistas, en las que se encuentran un representante cultural de Japón, la encargada del área de becas de la embajada y dos personas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).


Horas más tarde le avisaron que había aprobado esta etapa del proceso y la embajada le solicitó algunos documentos como exámenes médicos, para armar su expediente y enviarlo a Japón, donde finalmente tomarían la decisión si darle o no la beca.

Tras una espera de casi siete meses, el 31 de enero de 2020, a las 17:00 horas Karla Paola recibió un correo en el que le informaban sobre su beca. "Estimada Karla, le informo que el gobierno de Japón ha decidido otorgarle la beca", tras leer estas líneas la joven se quedó en shock, asegura que el momento no fue como lo había imaginado, pero sintió un alivio, después de tanto esfuerzo y sacrificios lo había logrado.

El 10 de septiembre, partió a Japón Karla Paola Amaya Chairez, nuestra primera becaria del programa de Escuela de...

Publicado por Embajada del Japon en Mexico en Viernes, 11 de septiembre de 2020

Su salida a Japón estaba programada para abril del año 2021, debido a la contingencia del Covid-19. Sin embargo, la embajada se contactó con ella el 2 de septiembre para darle la noticia que la siguiente semana se iría de intercambio.

La noticia cambió sus planes, pero emocionada comenzó a organizarse para estar lista y vivir esta nueva experiencia. El gobierno japonés le otorgó un permiso especial a través del consular Japón en México para ingresar al país.

Tras una despedida emotiva de su familia, Karla tomó el vuelo y ahí fue cuando se dio cuenta que terminaba México y empezaba su sueño.

En México, le realizaron una prueba de Covid-19, pero al llegar a Japón le hicieron otra, la cual salió negativa, aún así debía cumplir una cuarentena del 12 al 27 de septiembre, en un hotel donde se encontraban otros estudiantes extranjeros, y todos los días les tomaban la temperatura a las 08:30 y 18:30 horas.

Foto: Cortesía | Karla P. Amaya

Una vez concluido el periodo de cuarentena, la joven fue trasladada por parte de las autoridades educativas japonesas a la residencia que será su hogar durante tres años.

Hasta el momento sus choques culturales han sido en cuanto a las reverencias que realizan los japoneses, "las hacen para todo, cuando van a cruzar enfrente de ti, al pasar por un lado o al ingresar a algún lugar", dice Karla.

Otro aspecto de su cultura que la ha sorprendido positivamente es el servicio al cliente, "es muy diferente a México, las personas, los trabajadores realmente buscan servirte y ayudar", relata que el trato en los comercios siempre es servicial.

La tecnología es algo que definitivamente ha impresionado a la duranguense. Pero sin duda lo que más destaca del país nipón es la empatía y responsabilidad de los japoneses, todos se cuidan unos a otros al respetar la sana distancia y usar el cubrebocas. Incluso los autobuses se inclinan para darle oportunidad a los pasajeros que bajen y suban sin peligro, además el chofer va narrando la ruta y paradas para que las personas invidentes y adultos mayores no se les dificulte conocer la ruta.

La beca que obtuvo Karla Paola es en la Escuela de Formación Especializada "Monbukagakusho", con una duración de tres años. Durante el primero estudiará el idioma japonés en el Bunka Institute of Language.

Foto: Cortesía | Bunka Institute of Language

Al concluir, podrá realizar la carrera de diseño de modas en la escuela Sugino Gakuen Doreme. Sus planes durante su estancia es principalmente disfrutar la experiencia y estudiar todo lo que pueda.

La duranguense señala que en este punto de su vida ya no ve límites, por lo que le gustaría incursionar al área de la cinematografía, específicamente en diseño de vestuario artístico, "me gustaría trabajar con Guillermo del Toro, y por qué no, hasta ganar un Oscar", dice sonriente.

Finalmente, Karla Paola envió un mensaje a los jóvenes duranguenses, aconsejó a todos aquellos que busquen mudarse a otro país, que se preparen académicamente, pero también que trabajen en su persona, "es muy importante trabajar en uno mismo, al ir al psicólogo y enfrentarnos a nosotros mismos. Conocer cuáles son mis limitaciones y puntos débiles, para estar consientes de ellos y poder afrontarlos".

Dijo que para poder hacer este tipo de cambios tan grandes "debes conocerte mucho. Cuídate, quiérete, conoce y sobre todo planea realmente lo que quieres".

"Sea cual sea tu sueño o meta, debes saber que no hay un tope para esto, te va a costar y vas a sacrificar muchas cosas, pero va a valer la pena. Puedes intentarlo y equivocarte, y volver a intentarlo otra vez", finalizó.

Definitivamente Karla es una duranguense destacada que una vez más nos demuestra que los limites solo están en nuestra mente. No le perderemos la pista, porque estamos seguros que logrará poner el nombre de México aún más alto.

Foto: Cortesía | Karla P. Amaya





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