- El semáforo en rojo es su claqueta: “3, 2, 1… acción”; mientras unos paran por regla de vialidad, él comienza con su show, como se lo dicta su pasión por el arte circense.
“Hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar”, dijo Irving Adrián García, de 31 años de edad, para El Sol de Durango, previo a iniciar su show que dura escasos segundos pero que deja impactados a todos los que circulan sobre avenida 20 de Noviembre y hacen alto en Laureano Roncal. Esa es su ubicación mayormente, pero la realidad es que se le puede admirar en cualquier crucero de la ciudad.
- Te puede interesar: ¿Qué significan los tenis colgados en los cables?
El semáforo se pone en rojo y es momento de actuar, pues un solo segundo rompe con la rutina. Irving ya tiene todo previamente preparado, corre, y amarra una soga larga de lado a lado, toma las clavas y comienza el espectáculo. A la par que hace malabares, se sube y pasea en la denominada cuerda floja.
Lo hace principalmente por gusto, y claro que se gana unas monedas; y es que el joven pertenece al Colectivo Durango en Equilibrio.
“Es por gusto, hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar, es como mi filosofía de vida. Trato de esforzarme en mostrar algo que valga la pena para el público, la gente de los carros. (…) No es para dar lastima, al contrario, para traer arte a las calles, y hacer ver que se puede vivir también de esta forma de manera digna”.
Explicó que mientras el semáforo dura un minuto en rojo, él tiene que demorar 10 o máximo 15 segundos en colocar la cuerda y subirse; el show como tal dura pocos segundos, alrededor de 30 o 40. Enseguida se toma los últimos 10 segundos, aproximadamente para pedir cooperación a los espectadores.
“Una señora me dijo un comentario muy bueno. Me dio un peso y me dijo ‘está muy chido, pero disculpa’. A veces vale más un comentario, un aplauso, pues uno busca transmitir algo, y cuando alguien te da un comentario chido, se motiva uno para hacer con más ganas”.
Al ser cuestionado sobre el riesgo, aseguró que ha entrenado durante muchos años para lograr hacerlo; “hace mucho tiempo que no me caigo, aunque las caídas también lo enseñan a uno a echarle más ganas”.
“Este acto lo realizo donde puedo, aquí en 20 de Noviembre, a veces en la calle de Luna, o por Home Depot, en diferentes lugares”.