Con una reverencia ante las familias que asistieron a la marcha en pro de la justicia por sus hijas, Mónica Peyro agradeció con la mano en el corazón, mientras que en la Plaza IV Centenario resonó la frase ¡No estás sola!.
Vestidas de blanco los asistentes, en su mayoría mujeres acompañadas por sus hijos caminaron a paso lento por la avenida 20 de Noviembre. El sol intenso no fue impedimento para gritar ¡Los jueces no me cuidan, me cuida mi mamá!, en todo el trayecto hasta llegar a la icónica plaza duranguense, frente al Poder Judicial.
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No podemos decir quién es el violar porque nos encarcelan, señaló Julio, uno de los manifestantes, al hacer uso de palabra, a lo que las asistentes contestaron ¡si del juez no eres amiga la justicia es tu enemiga!.
Miroslava con pañuelo morado atado al cuello llamó enérgicamente a las autoridades, ya que dijo no están del lado de las víctimas y subrayó que se negaron a investigar cuando se realizó la denuncia, “pueden encubrir todo lo que quieran a criminales cobardes que no dan la cara nosotros sabemos que Monica Peyro es una victimaria más del sistema podrido y la vamos a defender, por que al defenderla a ella nos defendemos todas”.
Justicia fue la palabra que se repitió una y otra vez en pancartas, consignas y camisetas que portaron las manifestantes.
“Unamos fuerzas para todas y cada una de la personas que son víctimas de injusticia y violencia no solo por agresores y criminales sino por un sistema judicial cómplice patriarcal y corrupto”, señaló una de las asistentes quien dijo que tomó la palabra a nombre de Mónica, pues ella tiene prohibido expresar su sentir.
En ese momento Mónica apareció de entre los asistentes con lágrimas en los ojos solo se arrodilló sin emitir palabra, para se abrazada por un grupo de ellas.