Este 2 de noviembre, la comunidad católica ora por todos los muertos que está dejando la violencia que se vive en las diversas regiones de Sinaloa, que unido a todo el ambiente de inseguridad que existe en México, “ha provocado una vorágine de violencia lamentablemente imparable”, comentó el Arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, quien reiteró que no se ve la luz al final del túnel.
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“Es una violencia que genera dolor en las familias, dolor en las mamás, en todos aquellos hijos que quedan huérfanos”, comentó el líder de la Arquidiócesis de Durango, al reiterar que la postura de la iglesia católica siempre será a favor de la paz, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que sean ellos que son los responsables de mantener la seguridad y aplicar las políticas necesarias, pongan orden no solo en Sinaloa, sino en el resto de los estados donde se viven condiciones similares.
Aunque dijo no tener noticias de miembros de la comunidad católica que se encuentran en la zona de riesgo, no descartó la posibilidad de que estén en riesgo, además del miedo y la zozobra de lo que pueda pasarles no solo a ellos, sino a toda la gente, y es que cuando la inseguridad hace mella en una sociedad, sea sacerdote o quien sea, todos están expuestos las condiciones que se den por la violencia.
“En las calles y las carreteras, andamos encomendándonos a Dios, porque el miedo natural hace su efecto”, dijo Armendáriz Jiménez, quien reconoció que los miembros de la Arquidiócesis de Durango, sigue caminando y haciendo sus peregrinaciones, aunque la indicación es que todos estos recorridos se hagan durante el día y hasta el momento no se ha presentado ningún percance derivado de esta situación.
Aunado a ello son acompañados por la autoridad, principalmente en las carreteras para evitar ser víctimas de algún delito, como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones y donde años atrás un joven que realizaba un recorrido para cumplir con su labor de evangelizar, fue alcanzado por un tiroteo.
Ante las políticas públicas aplicadas desde el anterior Gobierno federal, el jerarca católico, se refirió a las demandas que realizan los ciudadanos más pobres del país, quienes necesitan medicinas, atención oportuna en hospitales “vemos como una operación urgente se la posponen para dentro de uno, dos o más meses, eso es lo que nosotros vemos y nos solidarizamos con el dolor de ellos”.
Aseguró que la incertidumbre se da en todos los ámbitos, no solo en la inseguridad, sino también el tema sanitario y educativo. Mientras que de la política anunciada por Andrés Manuel López Obrador, de abrazos no balazos, reconoció que no se obtuvieron los mejores resultados.