Más del 50% de los adolescentes que presentan algún problema de adicción son detectados en las escuelas, y es que de acuerdo con la comisionada y coordinadora ejecutiva de la Comisión Estatal para la Prevención y Asistencia de las Adicciones en Durango (CEPAAD), es entre los 12 y 17 años cuando los jóvenes son más propensos a iniciarse en el mundo de las adicciones a través del alcohol para posteriormente pasar al consumo de otras sustancias como la metanfetamina.
Con un porcentaje de adherencia al tratamiento cercano al 45%, explicó que es a través de los maestros como detectan el cambio en el comportamiento de los alumnos, situaciones que muchas veces ni los mismos padres logran visibilizar, “son los maestros quienes alertan que está faltando a la escuela, los que dicen que hay una conducta extraña y que funcionan como indicadores”, comentó la especialista.
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Señaló que para poder detectar a más jóvenes que se encuentren en estas condiciones, acuden a las instituciones educativas para dar pláticas y talleres, además de la aplicación de tamizajes para detectar factores de riesgo que pueden funcionar como un indicio de que algo no está bien. Una vez que se encuentran los casos se platica con ellos directamente, así como sus padres de familia y los maestros para que les permitan salir a tomar terapia a alguno de los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA).
Informó que es complicado que un joven acepte que tiene una adicción y acuda por sí mismo a tomar terapia, por ello la importancia de hacer equipo con el sistema educativo. En este sentido Torres Arciniega, aseguró que en general el porcentaje de adherencia al tratamiento en el tema de adicciones es por debajo del 30%, en el caso de Durango se ha llegado al 45% de los pacientes que deciden concluir su tratamiento.
“Esto habla de que hay un seguimiento por parte de Trabajo Social y una buena calidad de atención en los psicólogos, pero también que los padres están comprometiéndose y se están involucrando”, comentó la especialista, quien dijo el resto deserta y algunos casos reincide, pues cabe mencionar que se trabaja con menores de edad que están al cuidado de un padre o tutor, quienes deben también recibir orientación sobre la crianza y un el manejo de un paciente en tratamiento por adicciones.