El castigo corporal en contra de los niños sigue siendo una práctica extendida, se presenta en al menos 60% por ciento de niños y adolescentes, de entre 1 y 14 años, dato que resulta alarmante, advirtieron los diputados locales integrantes del grupo parlamentario del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Ante esta situación, presentaron una iniciativa de reforma legal para prohibir el uso del castigo corporal en todos los ámbitos, como método correctivo o disciplinario a niñas, niños o adolescentes, mediante la adición al párrafo cuarto al artículo 29 de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Durango.
Los legisladores de Morena Pablo César Aguilar Palacio, Luis Iván Gurrola Vega, Alejandro Jurado Flores, Karen Fernanda Pérez Herrera, Sandra Lilia Amaya Rosales, Elia del Carmen Tovar Valero, Pedro Amador Castro, Otniel García Navarro y Nancy Carolina Vázquez Luna, señalaron que por eso el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha realizado un llamado a los gobiernos para asegurar la prohibición total del castigo físico en todos los ámbitos.
Este llamado consiste en apoyar la implementación de programas y políticas multi-sectoriales para promover una crianza positiva. Promover normas, valores y mecanismos comunitarios que apoyen una crianza sin violencia. Generar datos y evidencia para informar las políticas y medir el progreso hacia la eliminación de la disciplina violenta.
De la misma manera, el UNICEF ha dejado claro que “no hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana”.
En nuestro país aún se enfrentan grandes retos para lograr avalar que todos los niños, niñas y adolescentes logren un libre desarrollo de la personalidad. Ya que en distintas ocasiones el primer lugar donde se llegan a presentar casos de violencia, es en los propios hogares, como método correctivo o disciplinario, bajo la creencia que implementar estos actos de violencia le dará una formación apegada a los valores que les permitan el desarrollo de una vida digna.
Sin embargo, la realidad es otra, pues según especialistas el empleo de estos métodos de disciplina, repercuten negativamente en aquellos que se vean afectados.
El daño depende de la naturaleza, el grado, la frecuencia y la severidad de la exposición del niño a la violencia, y los efectos pueden ser tanto inmediatos como duraderos, con consecuencias incluso años después.