De más de 371 mil que se reciben al C5, solo 122 mil 280 son reales, por lo que exhortan a la población a utilizar la línea responsablemente, pues al saturarlas reducen el tiempo de respuesta en una emergencia real
Según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), del 1 de enero al 18 de septiembre se recibieron 670 mil 743 llamadas de emergencia al 911 de todo el estado, sin embargo de éstas, el 73.3 por ciento son de broma o improcedentes, esto representa un problema ya que debido al número de llamadas que se reciben representa una saturación de la línea.
De acuerdo con la encargada de la Dirección del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo del C5, Suely Mariel Molina Saucedo, el municipio que registra más llamadas en falso es Durango capital, con 248 mil 776 que resultaron improcedentes o broma de un total de 371 mil 56 que se recibieron durante este periodo. Le sigue Gómez Palacio a través del C4 donde de 241 mil llamadas recibidas, al menos 195 mil 258 son de ocio o broma; en el caso de Santiago Papasquiaro de las 39 mil 906 que ingresan, 30 mil 985 son improcedentes y solo poco más de nueve mil reales.
En el caso de las El Salto, Pueblo Nuevo, 16 mil 740 resultan falsas o improcedentes de las 18 mil 588 recibidas, lo que significa que cerca de dos mil son las que registran una emergencia real.
Al dar a conocer estos números, la funcionaria estatal, quien está a cargo del C5, pide a la población a mantener la línea solo para una verdadera emergencia y con ello hacer un uso responsable de la misma, pues cuando se presenta una situación real “el factor tiempo puede ser la diferencia para salvar una vida”, comentó.
Por ello la importancia de hacer conciencia entre los duranguenses de todo el estado, pues como se puede observar en los números, la realidad es que si bien la mayoría se registra en las ciudades de mayor densidad poblacional; lo cierto es que el fenómeno de llamadas en falso se presenta en todos los municipios que cuentan con esta opción del 911.
Pide a los padres de familia estar atentos con lo que realizan sus hijos, pues en general son los menores quienes cometen estas acciones.