DURANGO.- No existe ningún antecedente histórico, ni siquiera en la época prehispánica se sabe que fueron consumidos los alacranes en el estado de Durango, advirtió la presidente del Conservatorio de Cultura Gastronómica, Deyanira Navarro Gallegos, quien señaló que existe una confusión al presentarlo como una comida tradicional, cuando la realidad es que si bien es cierto a través de los años estos insectos se han convertido en un emblema para el pueblo duranguense, nunca se ha pensado en estos como un platillo.
Aseguró que lejos de pensar en los alacranes como un alimento, incluso durante la mayor mortandad de personas a causa del veneno que estos introducen en una picadura “la iglesia dijo vamos a nombrar a San Jorge patrono, para que nos defienda de este arácnido venenoso que cobra vidas”.
De ahí que no se explica el motivo por el que la Secretaría de Turismo ha impulsado una campaña para difundir que el alacrán forma parte de la cultura gastronómica del estado, cuando este insecto es aprovechado en la fabricación del suero antialacránico y los recuerdos que son fabricados por artesanos locales y vendidos en el mercado de abastos en forma de souvenir.
“A lo largo de la historia la estrategia no ha sido que todo lo que corre y vuela a la cazuela, aquí en el norte y en Durango, no se nos ha ocurrido ni en los peores momentos de hambruna, de sequía, de necesidad alimentaria hemos dicho vamos a buscar alacranes y vamos a hacer unos tacos” comentó Navarro Gallegos, quien agregó que se piensa en otros platillos, antes que en un alacrán.
Sentenció que los durangueños no comen alacranes, por ello es incomprensible que se le dé un lugar privilegiado a estos y se presenten en lugares donde la comida tradicional, aquella que tiene historia y que proviene de los abuelos no se vea representado como se debe.
“queremos construir una cultura alimentaria importantísima, la del norte, que nos refleja tal como somos. Durango tiene regiones que cada una ha aportado platos específicos que en conjunto viene a ser la historia culinaria, con historias que nos remiten a la dificultad de llegar para conseguir alimentos y que las alacenas estaban repletas de deshidratados, carnes secas, choales, orejones (…)”, señaló.
Por ello el Conservatorio de Cultura Gastronómica quiere que se rescate esta comida tradicional, por lo que hacen un llamado a la Secretaría de Turismo para que consulte a este organismo quienes tienen un bagaje cultural amplio en torno a la gastronomía duranguense, misma que incluso existe un antecedente que busca que esta sea considerada como patrimonio intangible de la humanidad.