El 1 de agosto del año 2018, alrededor de las 16:00 horas, las miradas de todo México giraron hasta el corazón del país, Durango, derivado que se desplomó un avión de Aeroméxico -con un total de 103 personas a bordo- tras su despegue del Aeropuerto Internacional Guadalupe Victoria. El fuerte incidente que conmocionó a Durango, y toda la República mexicana, afortunadamente no dejó pérdidas humanas; hubo lesionados, pero fueron atendidos en los diversos hospitales.
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El reporte de la autoridad hace seis años señaló que el saldo fue de 99 heridos, quienes en el vuelo AM2431 tenían como destino la Ciudad de México, tras su despegue de la denominada tierra del cine y de los alacranes.
“Se trató de un avión tipo Embraer 190, en el cual viajaban 99 pasajeros, entre ellos dos bebés que iban en los brazos de su madre, y cuatro integrantes de la tripulación, mismo que a decir de los ocupantes a bordo, a los pocos minutos de despegar, entró a la torrencial lluvia que era acompañada de granizo, entonces se comenzaron a sentir las fuertes turbulencias, y se suscitó el aterrizaje forzoso dentro de las inmediaciones del aeropuerto”, dice la edición impresa de El Sol de Durango de aquella fecha, el cual es resguardado en la hemeroteca.
Justo había salido de la pista de aterrizaje cuando cayó, y a los pocos minutos después se registró una explosión en el avión. Jaquelín Flores, una de las pasajeras, contó a El Sol de Durango que la unidad despegó a las 15:09 horas, tal como se tenía previsto. Sin embargo, apenas tomó altura y al entrar a una tormenta, se desplomó.
Jaquelín, que viajaba con su hija Sandra en los asientos 8A y 8B, dio más detalles, pues narra que tras la caída, comenzaron a ver llamas, que pese a que había lluvia, no paraban. “La gente estaba en pánico, iba otra familia con sus tres niños y otro señor que iba todo ensangrentado de la cabeza”.
Otras declaraciones refirieron que los pasajeros comenzaron a correr para ponerse a salvo, esto por el terreno desierto; tenían miedo de una posible explosión. A las pocas horas del desplome comenzaron a revelarse los nombres de los lesionados.
Esto ocurrió al momento en que era virtual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en su papel envió palabras de ánimo y apoyo a los pasajeros del vuelo AM2431. Desde la Ciudad de México mientras tanto, los directivos de Aeroméxico dieron a conocer que la unidad siniestrada tenía 10 años de antigüedad, y cuatro años de servicio en dicha aerolínea.
“Lo más importante es que todos los pasajeros están bien, están siendo atendidos en hospitales”, dijo Andrés Conesa, director general de Aeroméxico.