Como parte del programa de desarrollo turístico, contemplado dentro del Plan de Visión para el año 2050, una de las observaciones radicaba en la falta de un Centro de Atención para el Visitante que fuera el adecuado para orientar a todas aquellas personas que acudieran para solicitar información de productos y servicios turísticos, de ahí que se pensó en instalar este centro en el kiosco de la Plaza de Armas, cuya obra de remodelación avanza.
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Se espera que todo esté concluido y listo para su inauguración el 15 de diciembre, día en el que comienza de manera más formal los festejos decembrinos y con ello el arribo de visitantes a la ciudad, informó la titular de la Dirección Municipal de Fomento Económico y Turismo, Valeria Gutiérrez Velazco.
Cabe señalar que la inversión es de un millón de pesos, la cual incluye la rehabilitación completa del monumento histórico, en donde anteriormente se encontraba la tienda de artesanías “Los Tlacuilos” y que a partir de su inauguración, formará parte del Centro de Atención al Visitante que pese a compartir el espacio, no había una sinergia entre ambos y quedó claro que no funcionan como entes separados.
“Va a ser un kiosco 360 en donde la persona, tanto turistas, como locales, podrán caminar dentro del kiosco, y con el cambio de la puerta principal que ahora da hacia la catedral, en la parte de espaldas quedarán abiertas las escaleras para subir al segundo piso, el cual quedará resguardado porque para ingresar deberás entrar al kiosco”, comentó.
Explicó que ahora se va a recuperar el uso de la planta alta en cierto horario, donde la idea es concentrar todas las promociones y venta de boletos del sector gastronómico, hotelero, ecoturismo, touroperadores, tranvías, productos turísticos como el Paseo del Viejo Oeste y demás; para que cuando el visitante ingrese, salga con al menos una compra de los productos o servicios que tienen para ofrecerse.
Dicha obra cuyo inicio fue los primeros días del mes de octubre, tuvo un pequeño retraso luego de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) colocó unos sellos de suspensión de la obra, debido a que no contaba con los permisos necesarios para una obra de esa magnitud al tratarse de un monumento histórico, sin embargo días después, una vez aclarado el tema, se reiniciaron sin tener un mayor problema.