En entrevista con este matutino, el destacado político durangueño, José Ramírez Gamero, consideró entre otros temas:
Que el PRI tiene que cambiar de apellido y que los caciques que lo controlan dejen de controlarlo.
Eso, o desaparece.
Un error desincorporar del PRI a la CTM.
De seguir así la popularidad de AMLO decaerá en dos meses.
Guerrero Mier fue el último gobernador priista.
José Ramírez Gamero ha pasado por casi todos los cargos políticos:
Diputado local, diputado federal dos veces, senador dos veces.
Delegado del PRI en varios estados y en la CTM secretario general de la Federación de Estados, secretario de Acción Política del Comité Nacional, secretario de Educación y secretario general del Sindicato de Transportistas de México y gobernador de Durango.
Dice que no es difícil derrotar a Morena, que no es gran cosa como partido, sino que su candidato Andrés Manuel López Obrador captó votos empáticos, votos que la ciudadanía le dio en contra al resto de los partidos que lo han defraudado.
Y en el caso del PRI, o se corrige o desaparece, si lograran eliminar a los que se han constituido en sus dueños en 6 años, el PRI volvería a estar en la senda del triunfo.
Respecto a los obreros, cree que debe intensificarse el adoctrinamiento, imbuirlos de un real sindicalismo, hacerlos partícipes de sus derechos y sus obligaciones, que aprendan a entender y comprender a sus sindicatos y en cuanto a la especie que maneja el naciente sindicato, CATEM, en el sentido de que la CTM es una organización de viejos, Ramírez Gamero expresa que es un tendencia malintencionada, porque en todos los sindicatos de la Federación de Estados sólo hay dos dirigentes de adultos mayores: el de choferes y el STUSSOL, pero advierte que la malintencionada versión de que son líderes impuestos, nunca cuando fue dirigente y nunca dejó serlo, se ha sabido que obliguen a los obreros a votar por alguien a quien no acepten.
Podría interpretarse esto cuando hay más de un candidato, se lucha por un candidato único no por imponerlo sino para prever algún divisionismo, según las simpatías, pero cuando no se ha logrado el candidato de unidad se va a la elección, que es directa, universal y secreta, que incluso se usan unas transparentes y que son sancionados por una autoridad.
Así que esto no es nada nuevo a las reformas que se pretenden implantar.
Porque la CTM debe ser priista, porque la ideología del PRI su programa de principios todo es en favor de las clases populares y es el partido que mejor entiende las inquietudes de los trabajadores.
Pero entiende que si es una decisión de carácter nacional tendrá que ser la dirección nacional la que la revoque.
Ramírez Gamero presume de que no dejó deuda como gobernador porque además de no pedir prestado en su administración, pago las deudas que habían dejado administraciones anteriores.
Dice sentirse satisfecho de su paso tanto como dirigente obrero como político general y ahora desde su retiro disfruta de lo que sembró y que cree que es positivo porque así se lo manifiestan los cetemistas a los que representó y los muchos amigos que ha cultivado en su existencia.
En torno a los sindicatos nuevos, estima que el dirigente estatal de la CATEM está equivocando su estrategia, al cifrar su sustento en quitarle sindicatos a la CTM cuando está tan virgen el campo laborar para crear nuevos.
Simplemente en el caso de una maquiladora, la CTM formó un sindicato, luego fue CATEM y formó otro y quien salió ganando con esto fue el patrón, que ya tiene un sindicato inmensamente mayoritario.
Obviamente un sindicato blanco que no va a luchar por los intereses de los trabajadores sino por los de la patronal.
Revela que como dirigente nacional cetemista estableció buenas relaciones incluso de amistad con el líder nacional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, Francisco Haces y también con el líder minero Napoleón Gómez Urrutia.
Ambos, en su visita a esta ciudad, fueron a saludarlo a sus oficinas de la calle Hidalgo, es su amigo, aunque no comparte su forma de manejar el sindicalismo.
Dice que una de las fallas del PRI local es que Ismael Hernández sigue siendo el presidente estatal en los hechos e Ismael Hernández fue gobernador y muchos otros cargos con las siglas del PRI, pero nunca ha sentido la ideología del partido y del actual dirigente Luis Enrique Benítez, considera, que quizá él por sí sería buen dirigente, pero no lo es como marioneta de Ismael Hernández.
Dice que Hernández Deras en su necesidad de perpetuarse impuso a Jorge Herrera Caldera a costa de José Aispuro. La gente supo que ganó y en su segunda oportunidad se las cobró, fueron los resentidos de Ismael los que hicieron gobernador a Aispuro Torres.
En cuanto al gobernador actual, dice que lo ve obscuro, que le falta brillo y que si no tiene obra en un estado sin recursos propios, es porque le falta capacidad de gestión, concluye sintetizando: el PRI cambia o desparece.